Tropiezo doloroso

El partido en que Lleida y Villarreal B se disputaban el liderato en la Liga, acabó en fiasco para los de Gerard Albadalejo. El Lleida cayó por 3-1 en el feudo castellonense y ve como los amarillos se alejan ya a cuatro puntos y, además, pierden el average particular con los de Miguel Álvarez, que habían perdido 2-1 en el partido inaugural de la Liga en el Camp d’Esports.

Los azules no han podido comenzar peor el 2019, con un empate en Ontinyent y una derrota ayer. Pero lo más preocupante es que vuelve a dar sensación de una preocupante fragilidad defensiva, un aspecto que parecia ya superado. Ayer, antes de los primeros cuatro minutos, encajó un gol de estrategia en un córner muy mal defendido, que dejó al jugador rival totalmente desmarcado en el primer palo, para fusilar a Pau Torres. Justo lo mismo que ocurrió hace una semana en El Clariano de Ontinyent, con un absurdo penalti en el minuto 7 que, afortunadamente, logró detener el meta leridano que ayer, en el Mini Estadi, evitó más goles a tiros de Riera (5’) y de Simón (24’ y 29’).

El Lleida nunca se rindió y volvió a mostrar una notable capacidad de reacción. Al filo de la media hora, en el primer remate entre los tres palos de los azules, Mousa habilitó a Juanto Ortuño para que el goleador batiese a Diego Fuoli. Con el empate se llegó al descanso sin que ambos porteros tuviesen que volver a emplearse a fondo.

En la segunda mitad, el Lleida, que movió ficha en el centro del campo dando entrada a Xemi y a Quintero para contrarrestar la superioridad local en esa parcela, dio la sensación de ir a por el partido ante un Villarreal B más agazapado y que lo basó todo en sus contras, jugada que domina y que les ha dado ya muchos puntos esta temporada.

Así, tras dos remates de Simón (48’) y de Roger (54’) por parte local y de Juanto (49’ y 63’) y una falta directa que Mousa (70’) envió por encima del larguero, llegaron las dos jugadas claves que acabaron sentenciando el partido.

En el minuto 74 el Lleida inició un ataque por banda que acabó en las manos de Fuoli, que sacó largo hacia Iván, que centró a Fran, que acababa de entrar en el terreno de juego. El jugador local ganó la carrera a Dalmau, entró en el área y fusiló a Pau Torres. Un duro mazazo a las aspiraciones leridanas y más si se tiene en cuenta que tres minutos después se repitió la historia, pero esta vez por el centro. Otro ataque leridano, ya a la desesperada, que fue interceptado por el Villarreal, que movió rápido y con criterio el balón para mandarlo a Simón, que cedió en profundidad a Mario para que marcase el 3-1 que sería ya definitivo.

A partir de ahí, y aunque aún quedaban minutos, el Lleida ya no volvió a difrutar de ninguna ocasión clara de gol. El equipo se ofuscó en colgar balones al área rival y fue trabajo fácil para los amarillos el desbaratarlo. Con esta cómoda renta a su favor, el Villareal B tampoco quiso arriesgar y se limitó a dejar pasar los minutos y festejar la victoria, que le deja líder en solitario, a cuatro puntos del Lleida, pensando ya en su siguiente final, en el campo del Hércules el próximo domingo.