Óscar Santiago: 'El Lleida tiene ambición'

En menos de una semana, Óscar Santiago Rumayor (Santander, 20-01-1991), ha pasado de estar sin equipo, entrenándose con la Gimnàstica de Torrelavega para mantenerse en forma, a fichar por el Lleida y ser titular en el partido que el equipo jugó el domingo en el campo del Ebro (0-0), en el que mantuvo su portería a cero. “Cuando recibí la propuesta ni lo dudé. Quería un proyecto grande y ambicioso y el del Lleida lo es. Es lo que yo buscaba”, explicó ayer el guardameta cántabro, que ha llegado a Lleida prácticamente con lo puesto. “Ha ido todo muy rápido. El martes estaba entrenando, me llamaron y el miércoles se aceleró todo y ya vine para aquí. Vine con las botas, los guantes y un bolso de mano. Ya haré la mudanza cuando pueda”, explicó entre risas.

Señaló que ya se encontraba mejor después de que el domingo acabó el encuentro con molestias. “Fue un partido exigente y llevaba mucho tiempo de inactividad. Entrenaba con la Gimnástica de Torrelavega, pero vine con el ritmo de un portero que ha entrenado pero no ha disputado partidos. Me faltaba energía en los últimos minutos”, añadió.

Sobre su debut dijo que “fue también todo rápido. Llegué y por circunstancias me veo que tengo que jugar. Pero bueno, es lo que yo quería y buscaba. Encantado de ayudar a mis compañeros”.

Sabe que su titularidad se debió a la baja por lesión de Pau Torres, pero no le inquieta tan dura competencia. “Eso no me preocupa, es una competencia sana y lo que quiere decir es que el Lleida tendrá una portería fuerte. Estos días he estado trabajando con Pau y es un gran compañero”. Sobre el equipo que se ha encontrado dijo que “veo que tiene un espíritu muy competitivo. Es un vestuario sano y muy ambicioso”.

Formado en la cantera del Racing, sus últimos equipos fueron la Balompédica Linense y el Caudal de Mieres y esta temporada estaba sin equipo, una circunstancia que explicó por la falta de proyectos ambiciosos. “En verano no me llegó ningún proyecto que me resultara lo suficientemente ambicioso. No me atrajo ninguna de las ofertas, así que preferí esperar. Me alegro, porque ahora he tenido la oportunidad de venir aquí. Al final ha salido bien”.

Afirma que afronta esta nueva etapa “muy ilusionado” y declinó definirse como jugador. “Soy un chico que aporta trabajo y en el campo ya me vereis. Prometo ilusión, trabajo y ser ambicioso”. De momento ha firmado hasta el 30 de junio. “Espero que al final de la temporada las dos partes estemos contentos y con ganas de seguir. Me gustaría encontrar estabilidad aquí en Lleida”, confesó.

También tiene ganas de debutar en el Camp d’Esports ante su nueva afición. “Es un estadio grande, de categoría superior”, añadió. Tampoco rechaza la exigencia del ascenso. “Lo se que es así y me gusta que tengamos esta exigencia”, concluyó