Màrquez no piensa arriesgar

Marc Màrquez inicia hoy la pretemporada en Sepang tras casi dos meses de recuperación, en los que ha cambiado los circuitos por la camilla y el gimnasio, con un total de 79 sesiones (dos diarias de dos horas y media) y 217 horas de rehabilitación. Tras ser intervenido el 4 de diciembre de su hombro izquierdo, solo ha descansado los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. Ha sido un invierno duro, no solo por tener que recuperarse de su lesión, sino también por no poder subirse a la moto para hacer motocross o dirt track. “¡Me desmontaron todas las motos!”, desveló ayer el leridano en un vídeo difundido por su equipo, en el que su fisioterapeuta Carlos J. García reconoce que “hubo órdenes” de los jefes del equipo dadas las ganas que tenía de volver a pilotar antes de tiempo.

El pentacampeón, no obstante, lo tiene claro, no va a arriesgar lo más mínimo en el primer test de pretemporada porque “todos saldremos de Malasia con cero puntos; por eso toca tener prudencia y no tirar al traste las horas que llevo de recuperación, los dos meses de trabajo y paciencia”, aseguró. El leridano reconoce que “hasta que no suba a la MotoGP no sabré cómo estoy. Soy consciente de que serán pocas vueltas y de calidad. Más que nada, para no forzar el hombro y provocar una nueva lesión, como una tendinitis o similares. También sé que si durante el test no puedo completar todas las vueltas que me gustaría, es sólo un entrenamiento”.