DEPORTES
La final, en el aire
Malcom hizo de Messi y lideró la reacción barcelonista para igualar el tempranero gol de Lucas Vázquez, en un partido en el que el Barça tuvo más llegada || El argentino, que se quedó en el banquillo, salió en la última media hora pero apenas gozó de ocasiones
El Santiago Bernabéu decidirá a uno de los finalistas coperos después del empate (1-1) de ayer en el Camp Nou, en un partido en el que el Real Madrid estuvo mejor en el primer tiempo y el Barcelona, que jugó de inicio sin Leo Messi, en el segundo. Los madridistas dominaron al Barça en unos buenos veinte primeros minutos, pero no tuvieron continuidad frente a un equipo azulgrana que tuvo en Malcom, sustituto ayer del argentino, a uno de los destacados y autor del gol de la igualada.
El ritmo, la pausa y el control fueron blancos en el arranque. El equipo de Solari sabía a lo que jugaba frente a un Barça con dudas, mal posicionado y que se sintió muy incómodo desde el pitido inicial. Leyó bien el partido el técnico rosarino. Puso por la derecha a Lucas Vázquez para frenar la posible sangría que podía producir Jordi Alba por esa zona, amenazó con Vinicius en un duelo de velocistas con Semedo por la derecha, del que el luso salió airoso, pero sobre todo tuvo a Benzema, que se encuentra en estado de gracia.
El Barça volvió a topar con la madera en un remate de Rakitic y otro de Suárez que acabó con el gol de Malcom
Toda la defensa azulgrana rayó a una gran altura y Semedo contuvo a Vinicius, al que se le vio poco
Además, la presión madridista desactivó la línea de creación local, Busquets no acababa de hacerse con el partido, Rakitic ejercía de bombero y Arthur estaba muy errático.
Enfrente, Marcos Llorente, Kroos y Modric eran superiores. El alemán fue quien protagonizó la primera acción de peligro (5’), en la segunda, el Real Madrid se adelantó en el marcador. Vinicius puso un balón en el segundo palo que superó a Jordi Alba, lo controló Benzema y lo sirvió a Lucas Vázquez dentro del área para que marcara adelantándose a Lenglet (0-1, 6’).
El Barça no se desperezó hasta pasado el minuto 20. Hasta entonces, el Madrid amenazó a base de robos en la zona de creación azulgrana, pero sin profundidad. En cuanto se activó la banda derecha del Barça, con Semedo y, sobre todo, Malcom, todo cambió. El extremo no estuvo acertado en un uno contra uno frente a Keylor Navas (19’), un centro suyo fue rematado por Piqué en otra gran acción de peligro (27’) y otra falta servida por el brasileño fue cabeceada por Rakitic al larguero (32’).
Desde entonces y hasta el final del primer tiempo, el partido ya era de los azulgranas, pero con un fútbol alejado de sus cánones habituales, basado más en el corazón que en la técnica, pero con continuas llegadas sobre la meta de Navas. Todo ello, mientras Leo Messi, nervioso, jugaba con una botella de agua en el banquillo.
La inercia de buen juego del Barça se mantuvo en la segunda mitad. El partido estaba del lado azulgrana y el Camp Nou reclamaba ya la entrada de su estrella, pero quien salió a calentar fue Arturo Vidal en el 52. Leo lo hizo tres minutos más tarde. Mientras tanto, las operaciones sobre el terreno de juego las llevaba Malcom, ante un Madrid que fue decreciendo. El empate llegó el minuto 58, nació en un pase de Lenglet sobre Alba, el balón lo repelió Keylor Navas, Luis Suárez cazó el rechace y disparó a un palo. Malcom, muy atento, recogió el balón y lo puso donde nadie llegó (1-1, 58’).
Movieron fichas Ernesto Valverde y Solari en el tablero antes de la media hora final. Messi entró por Coutinho, Arturo Vidal por Rakitic; Casemiro salió por el lesionado Marcos Llorente y Bale por Vinicius, que fue claramente de más a menos. Sin físico en ninguno de los dos equipos, el partido fue otro. Solo alguna acción individual podía decantar el resultado. Lo intentó Bale, en una jugada defensiva de mérito de Semedo en el minuto 82, prácticamente en la única aproximación del Madrid en el segundo tiempo. Al final, los de Solari apretaron más, pero el marcador se mantuvo inalterable, con lo que el pase a la final se decidirá en el Santiago Bernabéu.