El Lleida de Oliva sigue sin ganar pero arranca un punto en Cornellà

El Lleida Esportiu consiguió arrancar un punto en su visita a Cornellà (0-0). Para algunos les parecerá un buen empate. Para otros, entre los que me incluyo, un resultado insuficiente. Todo es cuestión de perspectivas. Si somos de los que creemos que hay que ir paso a paso, y al final ya se verá dónde estamos, no perder ante otro de los candidatos al play off es excelente.

Para los que creen que las declaraciones de intenciones, haciendo hincapié en que hay que luchar por ser primeros para tener más ventaja en la fase de ascenso, empatar ayer solo está bien para el Cornellà, que se mantiene en play off y salva el average con el Lleida. Lo dicho, cuestión de perspectivas.

Joan Carles Oliva, que se estrenaba en el banquillo azul –ayer jugó con la camiseta de la senyera– movió un poco la alineación dejando en el banquillo de salida a Dalmau, Quintero, Albístegui y Dongou, en relación al último partido con Albadalejo y el Lleida dio la sensación de estar mejor posicionado sobre el campo, saliendo siempre con el balón controlado desde atrás y mejorando la solidez defensiva. Pero volvió a mostrarse muy apagado en ataque, sin crear ni una sola ocasión clara –un remate flojo y centrado de Juanto Ortuño ya en la segunda parte y un fuera de juego, muy protestado en la zona mixta por Pedro Martín, cuando el delantero enfilaba en solitario a Ramon–. Muy poco bagaje para un equipo que sigue en play off porque los resultaron volvieron a favorecerle, aunque, visto desde otra perspectiva, el Lleida desaprovechó por cuarta vez consecutiva la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa de la Liga. El caso es que el Lleida sigue sin ganar en este 2019 habiendo sumado tan solo 3 puntos de 18 posibles (con tres empates y tres derrotas).

El partido fue de aquellos que tanto gustan a los entrenadores: tácticamente trabado, con claro predominio de las defensas sobre los ataques, con muy pocas transiciones, demasiadas faltas –hasta 19 hizo el Lleida por 15 del rival– y escasísimas ocasiones de gol.

El Lleida no tuvo ninguna y el Cornellà, –además del gol anulado en el primer tiempo–, tan solo dos en la recta final del partido, en la que consiguió encerrar a los de Oliva –al que hay que reconocerle que apenas ha tenido tiempo para nada–, que tuvo que recurrir al tercer cambio en el añadido para cortar el ritmo a los locales. Pudo marcar el Cornellà con un centro chut de Héctor Camps (86’) que se envenenó por el viento y obligó a lucirse a Òscar Santiago enviando el balón a córner y en un buen remate, el único en todo el encuentro, de Eloy (93’), que también supo enviar al saque de esquina el portero leridano que ayer ya vio como Pau Torres, recuperado de sus docencias, ya ocupaba plaza en el banquillo. Otro problema para Oliva.