Messi da un nuevo recital

Messi, con tres goles y una asistencia a Luis Suárez, brilló con luz propia en el triunfo del Barcelona (2-4) en el campo del Sevilla, afianzando a los azulgranas en el liderato para llegar con moral al clásico del miércoles en el Bernabéu.

Ambos conjuntos salieron con todo. Ernesto Valverde, pese a la cercanía del clásico de Copa, no reservó a nadie y alineó a Umtiti, que reaparecía después su lesión sustituyendo a su compatriota Clement Lenglet. También situó a Arturo Vidal en el centro remplazando a Sergi Roberto y a Coutinho en lugar de Dembélé. El técnico local, Pablo Machín, sorprendió con Wober en el carril zurdo y Rog, después de su debut testimonial en el triunfo frente a la Lazio, junto a Banega, que volvía tras su sanción, con Ben Yedder, su máximo goleador, como único punta. El Sevilla comenzó con garra, sin dejarse impresionar por el potencial azulgrana, en una primera mitad muy movida y sin un dominador claro. Pero la mayor intensidad de los andaluces, mucho más enchufados que un Barça contemplativo, y su acierto ante el gol les concedió pronto su recompensa. Con ambos conjuntos volcados a por la victoria, aunque sin ocasiones de peligro realistas, el Sevilla fue mucho más efectivo y más ambicioso, con una presión alta que complicó mucho al Barcelona, y que le dio sus frutos a los 22 minutos con el 1-0 de Jesús Navas, después de una contra de Promes y Ben Yedder. El cuadro azulgrana no acusó demasiado el golpe. Reaccionó, porque además nunca le perdió la cara al partido, y cuatro minutos después replicó por medio de su astro, Messi, que, muy certero, empalmó un pase de Rakitic desde la derecha, lo que no ocultó el fútbol espeso y sin mucha profundidad de los azulgranas.

Los sevillistas no se descompusieron a pesar del 1-1, siguieron teniendo fe y fueron a por todas a cada balón. Esta circunstancia fue clave para que los locales se fueran al descanso con ligera ventaja gracias al segundo gol de Mercado, a los 42 minutos, después de aprovechar un pase de Sarabia, en un error en la salida de Ter Stegen.

En la reanudación, el Barcelona tuvo que dar un paso adelante. Ernesto Valverde dio entrada al campo a Sergi Roberto por Semedo y a Dembélé por un desapercibido Arturo Vidal. El técnico azulgrana dio con la tecla, ya que su equipo, mucho más dominador en estos compases, superó con claridad a un Sevilla lastrado por las lesiones de Mercado y Wober, sustituidos por Franco Vázquez y Amadou.

Los hispalenses apenas llegaron con claridad al área azulgrana, todo lo contrario que el Barça, que, liderados por un majestuoso Messi, fueron los que dispusieron de opciones de gol y no lo desaprovecharon. Avisaron primero Dembélé y Luis Suárez, hasta que Messi marcó el 2-2 a los 67 minutos. El delantero del Barça, el auténtico líder de su equipo, se desmarcó dentro del área para batir a Vaclík después de un pase de Dembélé. Pero ahí no se quedó la exhibición de Messi, que, con otro latigazo, puso por primera vez a su equipo por delante en el minuto 85, después de recoger un remate de Carlos Aleñá dentro del área y marcar con una sutil vaselina.

Sin duda, Leo Messi fue el más listo del encuentro y, además, en el tiempo de prolongación, asistió a Luis Suárez para que redondeara la victoria con el 2-4 ante un Sevilla que dio la cara, pero que se fue diluyendo en el segundo tiempo y perdió su puesto de Champions.

“Era importante mantener las distancias, pero queda mucho” Leo Messi negó tras la victoria que media la Liga esté asegurada, porque “queda mucho, pero era importante ganar aquí para mantener las distancias. Nos vamos contentos porque es un gran triunfo. Ganar aquí cuesta, no es fácil. La cosa se puso difícil, pero nos hemos sobrepuesto para sacar adelante un partido muy difícil. La puntería es una cuestión de rachas. Cuando el juego fluye, las ocasiones llegan solas”, añadió el autor de tres de los cuatro goles de los azulgranas. Para Messi, “todo es importante” ante la recta final de la temporada, en la que el jugador azulgrana no está dispuesto “a tirar ninguna competición”, de modo que anunció que “el partido de Copa” del miércoles contra el Real Madrid “será duro” y que su equipo “irá a intentar ganar, como siempre”.