Empate a nada

El Lleida Esportiu B y la UE Tàrrega empataron sin goles en el derbi leridano de la jornada en Primera Catalana, que enfrentaron a dos equipos que desplegaron un juego intenso aunque falto de acierto en los metros decisivos.

Fue un punto que al filial le vale para prolongar a cuatro partidos su racha de imbatibilidad y al Tàrrega para seguir sumando de cara a consolidar la permanencia lo más pronto posible, aunque desde una posición mucho más cómoda que el oponente al que visitaron, que solo lleva dos puntos de ventaja sobre la promoción de permanencia.

El partido se inició con gran intensidad, sobre todo por parte de los de Jordi López ‘Mena’, que buscaron sorprender a su rival en los primeros minutos, sobre todo al contragolpe. Pasados los primeros diez minutos, no obstante, el ímpetu descendió y el choque entró en una fase de sosiego del que lo sacó el Tàrrega a base de saques de esquina.

En el minuto 20, un remate lo detuvo Víctor Vidal, pero en el 32 trajo la polémica. Pau Garcia sacó el balón de la línea de gol en el último momento antes de que el árbitro pudiera conceder gol a los urgelenses, pese a las airadas protestas de sus jugadores y de su numerosa afición desplazada.

Antes del descanso, el Lleida B volvió a poner una marcha más y gozó de tres ocasiones: un remate de cabeza de espaldas de Toni Vicente, que se marchó alto, un remate de Pau Garcia y un centro, estas dos últimas bien resueltas por Oliveros.

Tras el descanso, fue el turno del Tàrrega, que a punto estuvo de inaugurar el marcador en varias ocasiones. Maikel la tuvo en el 48’, pero Vidal intervino lucidamente para evitar el tanto, y tampoco estuvieron acertados alrededor del cuarto de hora Jofre, Maikel y Enríquez, en sendos remates que no llegaron a la red.

La sensación de que el empate inicial acabaría dictando sentencia se confirmó en la fase final del encuentro, donde las fuerzas volvieron a nivelarse y fueron los azulados los que generaron más peligro, aunque sin materializar nada por la poca precisión en el último pase. Pak y Sebi lo intentaron, y también Vice de falta directa, pero no consiguieron un gol que habría matado el partido. Tampoco Soldevila, en un tiro con rosca que detuvo Oliveros. No había manera de deshacer el 0-0 de un partido cuyo final fue intenso pero que tenía previsto un desenlace sin alteraciones.