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Un jugador del Almacelles pugna con un adversario por el control de un balón dividido.

Un jugador del Almacelles pugna con un adversario por el control de un balón dividido.NICOLÁS ARLANZÓN

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El futbol no siempre es justo. Al menos no lo ha sido con el EFAC, que ayer cayó (2-0) en el Municipal de Viladecans en un encuentro que dominó casi durante los 90 minutos. Una vez más, la suerte y la puntería dieron la espalda al equipo del Segrià, que pese a encajar la cuarta derrota consecutiva, mostró una gran mejoría en su juego y mereció ganar a un sólido Viladecans. Los de Paco Márquez dejaron atrás los errores habituales de las últimas semanas y volvieron a parecerse al equipo que maravilló unas semanas atrás. Solo le faltó un poco de efectividad en las ocasiones más claras de un partido que mereció anotarse al imponer su estilo a un rival que se limitó a esperarlos atrás y salir en contraataque.

Después de unos primeros minutos plagados de intercambios, Oscar Canadell tuvo la primera oportunidad del choque en el minuto 10, pero Jaime rechazó su potente remate. Mucha más suerte tuvieron los locales en el 19, en una jugada desafortunad en la que un centro de Cunillera tocó un defensor leridano y se coló junto al primer palo, convirtiéndose en el 1-0. Pese al infortunio, el EFAC no varió su planteamiento y siguió mostrándose muy seguro en defensa y activo en ataque. Lo intentaron de todas las formas posibles, saliendo desde atrás, en jugadas a balón parado, con juego directo, pero el marcador, también gracias a la gran actuación de Jordi Chiné, no volvió a moverse antes del descanso.

En la reanudación, la dinámica del juego no cambió y el EFAC, que no sufrió en defensa, volvió a hacer méritos para remontar un resultado que, sorprendentemente, solo volvió a variar a favor de los locales, y ya en el tiempo de descuento. Hasta cuatro ocasiones tuvieron los de Paco Márquez, que bien podría decirse que perdonaron la vida vida a su contrincante. Ni Roger Canadell, con un remate que salió muy alto; ni su hermano Óscar, con un cabezazo que se estrelló en el lateral de la red; ni siquiera Marc Viladegut, con una buena jugada individual, fueron capaces de perforar la portería del equipo barcelonés, que aguantó como pudo las continuas acometidas de un EFAC herido. Pese a todo, mostró un alto grado de intensidad durante todo el partido.

El anecdótico 2-0, que no hizo justicia a lo visto sobre el césped, llegó en el tiempo añadido, cuando Erik Pérez culminó a la perfección una de las infinitas contras de las que creó su equipo. Para colmo de males, el segundo gol no fue la única mala noticia para el EFAC, ya que a la inmerecida derrota hay que sumar la lesión de uno de sus jugadores de referencia, tanto en defensa como en ataque, como es el central Joel Chiné, que cayó lesionado y tuvo que abandonar el terreno de juego.

“Felicito a mis jugadores, hemos sido superiores” Al finalizar el encuentro, el entrenador del EFAC Almacelles, Paco Márquez, dijo que “nuestra dinámica es muy mala y los resultados y la suerte no nos acompañan, pero lo primero que he hecho al finalizar el partido es felicitar a mis jugadores porque creo que hemos sido superiores”.

Un jugador del Almacelles pugna con un adversario por el control de un balón dividido.

Un jugador del Almacelles pugna con un adversario por el control de un balón dividido.NICOLÁS ARLANZÓN

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