Cara y cruz

Manel Cazorla, entrenador del Borges, ayer ausente por sanción, había advertido de la dificultad que tendría para su equipo superar al Balaguer en su campo. “Es un partido de cuatro puntos”, afirmó.

Esta predicción no difirió en demasía con la realidad, finalmente, y el Borges tuvo que sudar tinta para llevarse el triunfo en el derbi leridano de la jornada en Primera Catalana. De hecho, fue Xammar su artífice, al detener un penalti lanzado por Mikel a tres minutos para la conclusión del choque.

La victoria fue a costa de un Balaguer que volvió a caer en su propio campo. El aliciente del debut en casa de José Gil como entrenador no sirvió para revertir la dinámica negativa de resultados en la que lleva instalado de forma crónica este equipo. El sustituto de Virgilio Hernández en el banquillo ha empezado con el mismo pie con el que salió su antecesor, con dos derrotas, que hacen que la permanencia de los de la Noguera en la categoría sea algo más que una quimera.

Fue un derbi vibrante, en el que los visitantes supieron aprovechar una de las pocas oportunidades de las que dispuso para llevarse los tres puntos. La jugada clave llegó a los 22 minutos por medio de la estrategia, en la que la defensa balagariense no estuvo acertada. Riki culminó la acción con un gran remate de chilena que cogió por sorpresa a Alfred.

Durante el primer tiempo, el Borges dominó el juego, y aunque no llegó al área con precisión, nunca pasó apuros ante un Balaguer inoperante en ataque. Los de José Gil no llegaron a disparar entre los tres palos en los primeros 45 minutos. En cambio, el Borges pudo haber ampliado el marcador en el minuto 34, con un balón al poste de Torné, o con un gol anulado por un dudoso fuera de juego.

La entrada de Mikel y Vendrell en el segundo tiempo dio más verticalidad al conjunto local y el juego por las bandas confirió mas oportunidades a los locales. En el minuto 67, Marcel remataba de cabeza un pase lateral, mandando el balón rozando el poste y, diez minutos después, Gabernet repetía la jugada, mandando el balón fuera. La réplica visitante llegó en el minuto 79, cuando Edu Vives, de falta directa, hizo lucir a Alfred, que desvió el balón a córner.

A cinco minutos del final, y en pleno acoso local, una falta sacada por Mikel se paseó por delante de la portería de Xammar sin que Gabernet ni Hichem llegaran a rematar y, en el 87, el colegiado señaló penalti sobre Mikel. Fue el propio Mikel el que quiso materializarlo, pero Xammar adivinó sus intenciones y paró la pena màxima, en la última oportunidad del encuentro, dando un apoteósico triunfo a su equipo.

A los de Jordi Mercadé, que sustituyó a Manel Cazorla, expulsado en la anterior jornada, los tres puntos les saben a gloria, pues les permite alejarse de la promoción de descenso, que marca el Júpiter con un partido y seis puntos menos. El Balaguer, en cambio, tras seis derrotas en los últimos siete partidos, se hunde más como farolillo rojo y cada vez deja más resuelto su adiós a la categoría.