Atascados en todo

El Lleida Esportiu sufrió su primera derrota con el entrenador Joan Carles Oliva en el banquillo, después de dos victorias –Levante At. y Valencia Mestalla– y dos empates –Cornellá y Badalona– al caer en el Camp d’Esports (0-1) ante un Olot superior. Un Lleida con muy pocas ideas y creando muy poco peligro, desaprovechó el hecho de jugar dos encuentros consecutivos en casa, en los que sólo ha podido sumar uno de los seis puntos en juego. Lo único positivo es que, pese al descalabro, los azules continúan todavía en zona de play off, aunque descienden hasta la cuarta posición y empatados a puntos con el quinto, el Hércules, su próximo rival.

Si el partido de hace una semana ante el Badalona fue malo, el de ayer, fue aún peor. El Lleida prácticamente nunca tuvo el balón, ni acertó tampoco a quitárselo a un Olot que lo movió más y mejor y, sobre todo, con mayor verticalidad. Oliva sentó en el banquillo al goleador Pedro Martín y puso en su lugar a Dongou. Y también, ante el mal partido de los suyos, efectuó modificaciones tácticas sobre la marcha para pasar del 4-2-3-1 inicial –con el camerunés en punta– al 4-3-3 en la segunda parte, con Pedro Martín, Juanto y Doungou amenazando la portería visitante.

Pero con todo, las ocasiones de gol fueron escasísimas. En el primer tiempo, la más clara la disfrutó Juanto Ortuño (39’) rematando fuera, y en buena posición, un buen servicio de Mousa que, de salida ya había puesto otro balón en la frontal del area a César Soriano (9’), pero el tiro del defensor se estrelló en el cuerpo de un jugador rival.

El Olot llegaba más que los locales en este primer tiempo, aunque no dio sensación de verdadero peligro y, en ambas ocasiones, a cargo de Marc Mas, hasta su tramo final. Primero con un gol (39’), que fue anulado por presunto fuera de juego por el colegiado y después con un excelente remate, ya en el añadido, que Pau Torres, de manera providencial, envio a córner.

Oliva, al que no le gustaba lo que estaba viendo, realizó un doble cambio antes de los diez primeros minutos de la reanudación, para dar más mordiente a la apagada delantera local. Fue un efecto gaseosa que se diluyó pronto, aunque fue lo mejor que ofreció el Lleida en todo el partido. Juanto (48’) remató centrado para que se luciese Xavi Ginard; Dongou obligó a Alan Baró a sacar un balón bajo palos (52’) y Juanto, de nuevo, hizo lucirse al meta visitante (53’). A partir de ahí, otra vez, pasó a mandar el Olot que encontró su premio en un remate desde cerca de Héctor Simón (0-1, 66’) al aprovechar un buen centro de Eloi Amagat. Y todavía pudo llegar el 0-2 tras una pérdida de balón de César Soriano, que propició un remate desde cerca de Marc Mas, que nuevamente desbarató Pau Torres, enviando el balón a córner.