DEPORTES_LUNES
Marc, sin victoria por milésimas
Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19) y Marc Màrquez (Repsol Honda RC 213 V) repitieron la historia que ambos protagonizaron en 2018 y se jugaron el triunfo en el Gran Premio de Catar de MotoGP en la última curva y en el último centímetro del trazado de Losail. Si entonces ganó el de Forlimpopoli por escasamente 27 milésimas de segundo, en esta ocasión fueron solo 23 las milésimas con las que el italiano aventajo al leridano en la línea de llegada.
La primera carrera del Mundial dejó entrever la igualdad que se espera para esta temporada. Mérito de ello fue seguramente el trabajo de Àlex Rins con la Suzuki, aunque el barcelonés no encontró el premio deseado y se quedó fuera de un podio que completó el británico Cal Crutchlow (Honda), la única satélite que peleó de tú a tú con las oficiales de fábrica.
Dovi y Marc reeditaron la pelea de hace un año y esta vez fueron 23 y no 27 las milésimas de diferencia
Peor le fueron las cosas a Yamaha pese a la remontada del veterano Valentino Rossi, que finalizó quinto. Sin embargo, Maverick Viñales, autor de la pole position, concluyó séptimo y nunca pudo estar en la pelea por el podio, síntoma de que parece que la ‘M1’ todavía tiene trabajo por delante para volver a ser clara candidata. Peor resultado para Lorenzo, que en su estreno con
Honda se clasificó en una discretísima decimotercera posición.
La cita inaugural del campeonato se reservó toda la emoción hasta las vueltas finales, que fue donde se decidió todo y donde Màrquez y Dovizioso evidenciaron que se perfilan como los principales candidatos al título que defiente el leridano. La Honda ya puede tutear en potencia de motor a la Ducati y el botín sacado por Marc en un circuito tradicionalmente esquivo y tras un invierno complicado por su operación de hombro es muy valioso.
El leridano se mantuvo siempre en los primeros puestos desde una salida que rezagó de forma definitiva a Viñales y marcada por el fallo de la moto del francés Fabio Quartararo (Yamaha), quinto en la parrilla, que le hizo salir desde el ‘pit lane’ y perder sus opciones de un mejor debut en la categoría ‘reina’. Las Ducati salieron bien y tomaron el mando con Dovizioso y Miller, por delante de Màrquez. El australiano también se quedó sin opciones tras un extraño problema con su asiento que le hizo perder posiciones y un posterior abandono, por lo que delante quedaron las Desmosedici de ‘Dovi’ y Danilo Petrucci, la Honda del actual campeón, y las dos Suzuki de Àlex Rins y de un brillante Joan Mir, perseguidas por las dos ‘M1’ y con Crutchlow volviendo a mostrar su competitividad.
En una carrera más lenta de lo esperado, previsiblemente por el cuidado de los neumáticos, el actual subcampeón intentó romper un inicial numeroso grupo de nueve pilotos, entre los que no estaba un Jorge Lorenzo (Repsol Honda), lastrado por las caídas y al que le costó mucho subir puestos, aunque finalmente salvó puntos con su decimotercera plaza.
El italiano estuvo inquietado por momentos por un agresivo Rins, mientras que Màrquez, cauto y estudioso de todos los movimientos, aguardaba en una tercera plaza que casi siempre ocupó. A falta de cinco vueltas, el panorama no había cambiado demasiado. Dovizioso seguía al mando, pero el de Cervera ya se pegaba a él atisbando la repetición del mano a mano del año pasado.
Rins, por culpa de un pequeño error, no se pudo meter en la pelea y luego no pudo con Crutchlow, que tampoco logró inmiscuirse en la batalla por la victoria. En esta, Màrquez lanzó un claro mensaje a Dovizioso con un adelantamiento a falta de poco más de una vuelta, pero el italiano recuperó la cabeza y todo se tuvo que decidir en las curvas finales como en 2018.
Quedaba la traca final. Màrquez lo intentó, otra vez, en la última curva. No había podido antes y se volvió a repetir la historia. El leridano se tiró con una fortísima frenada del mismo modo que hace un año, pero Dovi le dejó pasar, ganó el interior y aceleró para coger una distancia mínima suficiente para cruzar primero la línea de meta y quedarse con el primer triunfo de una temporada que promete emociones fuertes.
Maverick Viñales, el más rápido en los entrenamientos oficiales, decepcionó y solo pudo ser séptimo, por delante del debutante Joan Mir, con Aleix Espargaró décimo, mientras que Pol Espargaró se clasificó duodécimo, aventajando a un maltrecho Jorge Lorenzo, quedando Tito Rabat (Ducati Desmosedici GP18) en la posición decimonovena.
Marc Màrquez dijo estar satisfecho con el resultado, que calificó de “dulce derrota” pues es “un circuito en el que tocaba sufrir”. “Es un circuito en el que sufrimos y si me hubiesen dicho el jueves que me daban veinte puntos hubiese firmado. Hemos sabido sufrir”, recalcó el leridano, quien aseguró haber disfrutado en este tipo de carreras como la de ayer. “Son muy de cuerpo a cuerpo, en las que hay que pensar mucho encima de la moto y, si encima es en un circuito de los que me gustan, pues entonces mucho mejor”, recalcó.
El vigente campeón destacó el potencial de su Honda. “El equipo me ha dado una moto que me permitía pilotar bien aunque era un estilo de pilotaje completamente distinto al mío, pero me ha permitido salvar un fin de semana y sobrevivir con veinte puntos”, incidió el de Cervera, quien no quiso en ningún momento entrar a valorar la reclamación presentada contra Ducati por el uso de una pieza aerodinámica. A la hora de valorar el resultado en conjunto, señaló que “es insuficiente y no podemos tirarnos a la piscina, incluso Argentina y Austin es un poco así, es un poco como ha dicho Dovizioso, que cuando lleguemos a Le Mans y Mugello se podrá ver quiénes están y quienes no”.
Problemas de agarre privan a Àlex Màrquez de luchar por el podio El italiano Lorenzo Baldassari (Kalex) se impuso en la carrera de Moto2 del Gran Premio de Catar, en la que dominó prácticamente de principio a fin, mientras que Àlex Màrquez solo pudo ser séptimo con algún problema de agarre. Arrancó bien, ganando dos posiciones de inicio y llegando a situarse cuarto superado el noveno giro, por lo que todo apuntaba a que entraría en la pelea por el podio. No obstante, a partir de la mitad de carrera empezó a tener problemas con el grip trasero, perdiendo terreno y posiciones para acabar séptimo.