FÚTBOL AMATEUR
Vilanova de l'Aguda es el municipio más pequeño de Lleida con equipo de futbol federado
El Vilanova de l’Aguda es el equipo de la población más pequeña del fútbol leridano y lleva federado 40 años ininterrumpidos || La mitad de sus jugadores son del municipio y su campo es de tierra
El equipo de fútbol de Vilanova de l’Aguda es el gran orgullo y su motivo de reunión cada quince días de este municipio que no supera los 200 habitantes y que está formado por los núcleos de Vilanova, Ribelles, L’Alzina, Vilalta, Guardiola, las casas de la Vall o de Valldàries y un total de 35 masías. Es la población más pequeña de Lleida y una de las más pequeñas de Catalunya que cuenta con un equipo de fútbol federado y uno de los tres clubes de su grupo de Tercera Catalana, junto al Torà y el Pobla de Segur, con campo de tierra.
Fundado en la temporada 1931-32, la UE Vilanova de l’Aguda participó en los años 70 en varios torneos locales hasta que en la campaña 1978-79 se federó y ahí sigue 40 años después con la mitad de su plantilla formada por jugadores de casa (diez de veinte), a los que se añaden de localidades vecinas como Artesa de Segre, Ponts y Guissona. El próximo 8 de junio tiene previsto celebrar los 40 años ininterrumpidos que lleva federado, todo un acontecimiento para este club que solo ha tenido dos presidentes en este tiempo y en el que cada miembro de la junta se reparte diferentes tareas como limpiar las casetas de los banquillos. Entre las 400 y 500 personas que se esperan para esta fiesta habrá una pérdida sensible, la del presidente Pere Argelich, fallecido en octubre. “Sentimos un gran tristeza, le hubiera encantado estar en esta celebración”, dice Pilar Chinchilla, secretaria y única mujer en una junta de diez personas. Su esposo, Xavier Bernaus, junto a Ramon Bernaus, forman el tándem de entrenadores, y su hijo mayor juega en el equipo. Pilar se encarga desde la tramitación de fichas hasta organizar las cenas de los viernes, única recompensa para unos jugadores totalmente amateurs tras el entrenamiento semanal.
El club subsiste con un presupuesto de apenas 8.000 euros, de los que 2.000 los aporta el ayuntamiento que también se hace cargo de los gastos de mantenimiento de las instalaciones del campo. “Es de los pocos de tierra que sobreviven, lo sabemos, pero está muy bien cuidado. Ojalá pudiéramos tener uno de césped artificial, pero no nos lo podemos permitir”, dice la alcaldesa Montserrat Fornells, que es la mayor fan y componente del único grupo de animación del equipo, las ‘Cheerleaders’, formado por las parejas, madres y hermanas de los jugadores. Animan en casa y en algunos desplazamientos.
El club también se financia con algunos patrocinadores y el centenar de socios con el que cuenta. “No hay casa en el pueblo en el que no haya un socio y en muchas son todos los miembros de la familia”, asegura Fornells que añade que el club “es un activo muy importante para el municipio porque cada 15 días hay un acto social que hace que mucha gente conozca el pueblo gracias al fútbol”.
Joan Tuca, próximo a cumplir los 37 años, es actualmente jugador y como entrenador del equipo logró hace dos temporadas el ascenso a Tercera Catalana. “Es un gran mérito que estemos en esta categoría. Cuando se llamaba Segunda Regional (la actual Tercera Catalana) quedamos dos años subcampeones bajo la presidencia de Josep Capell, que estuvo 28 años, y se renunció al ascenso porque costaba mucho dinero”.
Cinco poblaciones con más de mil habitantes, sin equipo sénior
El fútbol modesto tiene, cada temporada que pasa, más dificultades para subsistir. Ya no suele ser la primera atracción de cada pueblo y los jóvenes, con cada vez más fútbol televisado y otras ofertas de ocio, ya no le prestan interés. De ahí que, exceptuando el fútbol base, haya muchas poblaciones leridanas que no tienen equipo federado amateur.