Demasiado rival

El ICG Força Lleida no pudo sacar nada positivo de una de las pistas más temibles de la LEB Oro, donde el Oviedo terminó ganando por 83-68. Los leridanos, que ven frenadas sus opciones de jugar el play off, no pudieron contar con Shaquille Cleare por unas molestias en la rodilla, y esto rebajó sus opciones ante un rival que no pudo sentenciar hasta el último cuarto, con un cuadro leridano fundido por el esfuerzo.

Los errores fueron continuos en el arranque del encuentro, lo que benefició al ICG Força Lleida, que pronto se puso por delante con dos triples de Quintela y Kyei (2-6). Las rotaciones fueron otra de las tónicas y Serna incluso situó a dos bases sobre la pista. Llorente, en su cuarto intento de tres, lo consiguió, reduciendo diferencias antes de que Kyei volviera a poner por delante a los leridanos. Anotación muy baja hasta un triple de Geks que ponía por delante a los ovetenses (8-7) en el ecuador del primer cuarto. A partir de entonces hubo mayor fluidez y el ICG seguía encontrándose cómodo. Otro triple de Stutz puso de nuevo a los de naranja por delante (10-12). Pero a la que comenzó a entonartse Arteaga, la resistencia empezó a flaquear. Al final del primer cuarto, desventaja mínima (16-15).

La ausencia del pívot bahameño restó potencial al conjunto leridano ante un juego interior temible

La segunda personal de Mbaye dio paso a los peores momentos del ICG hasta ese instante. El Oviedo puso la directa y Oliver Arteaga hizo lo que quiso con Stutz, lo que obligó a Serna a parar el partido a falta de 8:07 para el descanso (24-17). Pero el festival asturiano no se quedó en eso, ya que comenzaron a entrar los triples, con un inspirado Ahonen, que puso el 32-19 y el técnico del ICG Lleida tuvo que volver a pedir tiempo, y eso que apenas habían transcurrido dos minutos. Consiguió frenar el golpe el conjunto leridano, gracias a un Steel que hasta entonces había estado inédito y que entró a pista para reservar a Djuran de personales. Después de un triple de Douvier, que mantenía los 13 puntos de margen (39-26), Serna protestó enérgicamente una falta y los colegiados le señalaron técnica. Había frenado el empuje final del Oviedo y los leridanos fueron capaces de recomponerse con un parcial de 0-5, que supuso el 39-31 con el que se llegó al descanso.

Chapela abrió la segunda mitad con una canasta a la que Víctor Pérez contestó con un triple, y Arteaga volvió a poner a los suyos por encima de los 10 puntos. Pero apareció un Kyei en excelente forma para ponerse el equipo a las espaldas, con la colaboración de Steel. El australiano anotó el 44-42 que completaba un parcial de 0-9 y provocaba el primer tiempo muerto local. Jaktas, gracias a los tiros libres, mantuvo a su equipo por delante en un momento crítico. Entonces apareció la calidad individual de jugadores inalcanzables para el ICG Lleida como Ahonen, que con dos triples casi consecutivos devolvió la calma a los ovetenses (56-49).

Mientras, el conjunto leridano se mantenía con acciones puntuales, especialmente de Stutz y Steel. Un triple del británico, en su mejor partido, puso el 59-54 al filo del tercer cuarto, pero Van Zegeren lo cerró con un espectacular mate.

Víctor Pérez, con un triple, puso a los asturianos diez arriba, pero contestó Djuran con su primer triple. Pero de nuevo apareció la calidad local, esta vez con Van Zegeren y Víctor Pérez. Una nueva canasta de Spieth supuso la máxima diferencia hasta el momento, 14 puntos (73-59), y Serna paró el partido a 7:21 del final. Una antideportiva de Douvier dio vida al ICG Lleida, que pudo reducir ligeramente la desventaja, pero Llorente mantuvo al Oviedo por encima de la barrera psicológica de los 10 puntos. Quedaban 5 minutos, pero los leridanos estuvieron desacertados y Serna tuvo que volver a pedir tiempo a falta de 3:43 y 77-62 en el marcador, la máxima renta para los locales. Al Lleida se le fue terminando la gasolina para plantar cara a un equipazo y a falta de un minuto la renta ya era de 16 puntos (81-65). Aun así, cayó con orgullo ante un equipo que apunta a ACB.