Goleada con vistas a Europa

El Lleida Llista aprobó ayer con muy buena nota lo que puede considerarse un ensayo de cara a la Final Four, que se jugará el 27 y 28 de abril en el Onze de Setembre y en la que el equipo de Albert Folguera defenderá el título de la WS Europe Cup que consiguió el año pasado, también ante su afición, aunque entonces la competición se denominaba Copa de la CERS. El Llista superó por 6-2 al Caldes, rompiendo así una mala racha de dos derrotas, y lo hizo con un gran hockey que hizo vibrar a los aficionados leridanos. El equipo remontó, en una segunda parte prácticamente perfecta, el tanto de los barceloneses que les permitió llegar al descanso con ventaja (0-1).

Aunque faltan cuatro semanas para la gran cita del 27 y 28 de abril, el Llista ya no volverá a jugar ningún partido en casa hasta entonces. Tiene dos fines de semana de descanso y el único encuentro de Liga lo jugará en la pista del Reus el día 13. Al menos, podrá recuperar a Maxi Oruste, que ayer se retiró lesionado en la recta final del partido tras recibir un fuerte bolazo en el tobillo. Hoy se someterá a pruebas para determinar el alcance de la lesión.

El Llista volvió a ser el equipo que esta temporada ha enamorado a la afición. Un juego intenso, valiente, rápido y luchando desde el primero hasta el último minuto. Con éstas, sus señas de identidad, desbordó a un gran equipo como es el Caldes y con el que se jugaba la sexta plaza. Ambos llegaban al partido igualados a puntos y la victoria, además de dejar a los leridanos sextos en solitario y a dos puntos del Igualada, que es el quinto, les permite ganar el average con el Caldes, que en la primera vuelta venció al Llista por 5-4.

El equipo de Folguera salió a por el partido desde el primer segundo y muy pronto empezó a tener ocasiones claras, como un gran remate de Joan Cañellas en el minuto 5 que detuvo Cesc Campor, uno de los más destacados de su equipo. El Llista tenía llegada, creaba peligro y controlaba el partido, pero sin acierto.

En cambio, sí que acertó Roger Acsensi para marcar el 0-1 en el minuto 11. El gol no afectó al Llista, que seguía haciendo su juego, pero la bola no quería entrar. Hasta en dos ocasiones se estrelló en los postes de la meta visitante, mientras que el Caldes creaba mucho peligro a la contra, aunque como siempre, ahí estaba Lluís Tomàs para evitar que el marcador se moviera. Con el 0-1 en el electrónico se llegó al descanso.

El partido cambió nada más comenzar la segunda parte. El Llista volvió a saltar a pista con intensidad, tuvo el control y buscó la meta rival, como en la primera parte, pero esta vez sí que tuvo acierto. Apenas dos minutos de iniciado este periodo Roberto Di Benedetto estableció el 1-1 (27’). El Llista estaba lanzado. Bruno Di Benedetto estrelló otra bola en el poste en el 29 y, un minuto más tarde, el Caldes cometió su décima falta. Maxi Oruste falló el lanzamiento pero capturó el rechace y puso el 2-1. El equipo le había dado la vuelta al marcador.

En el minuto 35 los árbitros mostraron tarjeta azul al visitante Borja Giménez. Xixi Creus falló el lanzamiento pero Andreu Tomàs aprovechó la superioridad y marcó el 3-1.

El Llista siguió creando ocasiones y, en el minuto 40, Joan Cañellas marcó el 4-1 en una gran jugada personal. Roberto Di Benedetto anotó dos goles más para firmar un hat trick y colocar el 5-1 (42’) y el 6-1 (47’). Entre ambos tantos cada equipo erró un lanzamiento directo.

A falta de poco más de un minuto, el Caldes marcó para cerrar con el 6-2 un partido en el que el Lleida Llista se reencontró con su mejor versión.

lleida

Albert Folguera, entrenador del Lleida Llista, se mostró muy satisfecho por la victoria sobre el Caldes y por el juego desplegado por sus jugadores. “He vuelto a ver al equipo que a mí me gusta”, explicó. Teniendo en cuenta que hasta el 27 y 28 de abril, fecha en la que el Onze de Setembre acogerá por segundo año la Final Four de la WS Europe Cup, el Llista solo jugará un partido de Liga, en la pista del Reus y que tendrá dos fines de semana de descanso, consideró el partido de ayer como un primer ensayo para esa nueva cita histórica. “Dentro de cuatro semanas el Onze de Setembre tiene que ser una olla a presión. Jugamos en casa, hay que llegar preparados y hoy hemos dado el primer paso para llegar preparados”.

Admitió que, tras dos derrotas consecutivas, la pasada semana tuvo que hacer trabajo psicológico. “Hemos hablado individualmente con todos. Es un tema mental, totalmente, Porque no se les ha olvidado jugar a hockey y calidad y ganas, las tienen. Hay que seguir en esta línea”, valoró.

“Volvemos a ser el equipo que tanto gustaba, que tanto trabaja y que tanto lucha. Todos han estado muy bien y muy tranquilos”, añadió.