Salvación agónica

Fue agónica, pero se consiguió. La permanencia del Juvenil A del Lleida en División de Honor fue ayer una realidad tras la victoria sobre el Gimnàstic Manresa, al que le remontó en los últimos 15 minutos con un doblete de Armero.

El partido era a cara o cruz. A los barceloneses, rivales directos, les valía el empate para salvarse, pero el Lleida estaba obligado a ganar. Fue un partido de mucha tensión, intensidad, muchos duelos individuales y poco fútbol, y ambos equipos buscaban ser pragmáticos y no cometer errores. El gol del Gimnàstic al minuto 12 de la reanudación obligó a los azules a arriesgar, haciendo dos cambios y jugando con tres defensas.

A 15 minutos del final y del abismo, Armero dio la vuelta al marcador. Primero en una segunda acción y después con un centro que se envenenó y, tras dar en el segundo palo, entró. En un cuarto de hora, el canterano había pasado al equipo del infierno al cielo, que era más del azul del Lleida que nunca.

Miki Massana: “Lo hemos celebrado más que un título” El entrenador del Juvenil A, Miki Massana, dijo que sellar la permanencia fue una alegría “igual o mayor a la del Zaragoza por haber ganado la Liga”, después de “sufrir mucho” en lo que calificó de una “remontada agónica”. De hecho, Massana dijo que, con el gol visitante, el partido “se veía cuesta arriba”. Sin embargo, “el equipo tiró de orgullo y luchó hasta el final”, explicó el técnico leridano.