Albert y Jordi Esteve se reúnen hoy con los capitanes y podrían confirmar la salida del técnico Oliva

El técnico del Lleida Esportiu Joan Carles Oliva dirigió ayer la sesión de entrenamiento matinal, que tuvo lugar en las instalaciones del AEM, pese a anunciar el pasado viernes que dimitiría si el equipo perdía el domingo ante el Ejea como así ocurrió. Oliva, que tras el partido se ratificó en sus intenciones, pero aplazó hacer efectiva su marcha a la espera de reunirse ayer con los dirigentes del club, sigue por ahora al frente del equipo. El presidente Albert Esteve estaba de viaje y no pudo reunirse con el técnico leridano. El que sí habló con Oliva fue el director deportivo Jordi Esteve, quien tiene previsto hoy junto a su hermano reunirse con los capitanes de la plantilla (Noel Carbonell, Pau Torres, Álex Albístegui y Marc Trilles) y tras ese cónclave saldrá la decisión, que muy probablemente será tomarle la palabra al entrenador y aceptar su dimisión. Otra posibilidad, más remota, sería que los jugadores convenciesen a los dirigentes de afrontar lo que queda de Liga con Oliva e ir todos a una intentando luchar aún por un play off que, a falta de seis jornadas, está a cuatro puntos. Es algo que ahora mismo, por las malas sensaciones que desprende el equipo, parece un imposible. El club, en cualquier caso, ya está preparado para cualquier escenario y piensa que la pelota está en el tejado de Oliva porque fue él quien anunció su dimisión.

El técnico habló ayer con los capitanes y les expuso su parecer, algo que no gustó a los jugadores porque el anuncio de Oliva el viernes les cogió por sorpresa y les provoca incertidumbre. Oliva, como reiteró tras el partido ante el Ejea, cree que la decisión final del club será aceptar su marcha, que él forzó creyendo que podría servir de terapia de choque para el equipo. En cualquier caso, anoche Joan Carles Oliva seguía siendo el entrenador del Lleida.

La caída libre comenzó durante el mercado de invierno tras ir líderes El Lleida Esportiu se encuentra en caída libre y sin frenos habiendo sumado solo 2 de los últimos 18 puntos y perdiendo los tres últimos partidos en casa. Es el segundo peor equipo del grupo en la segunda vuelta, con diez puntos sumados de 39, solo superado por el Sabadell, próximo rival el domingo.