Oliva da marcha atrás

La anunciada dimisión de Joan Carles Oliva al frente del Lleida el pasado viernes si se perdía ante el Ejea, como así ocurrió, se convirtió al final en un sainete que culminó ayer con el acuerdo entre club y técnico de seguir dirigiendo al equipo. Han sido dos días de incertidumbre y contínuas reuniones entre las tres partes implicadas: directiva, entrenador y plantilla. Esta mañana está previsto que el presidente Albert Esteve se dirija a los jugadores antes de comenzar la sesión de entrenamiento. El paso al lado que pretendía dar Oliva considerando que podría servir como terapia de choque para que reaccionara el equipo no solo no surtió efecto, sino que ha provocado un profundo malestar en la plantilla. Hoy, en el regreso a los entrenamientos, habrá que ver cómo se cosen los recelos y la incertidumbre entre los jugadores y el técnico tras el anuncio de su dimisión (que entienden les pasaba a ellos toda la presión) y la posterior marcha atrás.

Las conversaciones del lunes continuaron ayer como estaba previsto. Por la mañana, el presidente Albert Esteve y su hermano, el director deportivo Jordi Esteve, se reunieron con los capitanes (Noel Carbonell, Pau Torres, Álex Albístegui y Marc Trilles) y tres ‘pesos pesados’ de la plantilla (Joan Oriol, Marc Martínez y César Soriano). Tres horas de reunión, pausa para comer y nueva reunión por la tarde, esta vez de los Esteve con Oliva. Comenzó sobre las 19.00 horas y concluyó cerca de las 22.00. Tres horas más de conversaciones para llevar a la práctica uno de los clásicos del rico refranero español: ‘Donde dije digo, digo Diego’.

El entrenador leridano volverá a verse las caras hoy con los jugadores, molestos con su anuncio del viernes

El club, tras consultar con los jugadores y faltando tan poca Liga, ni se planteó relevar al técnico ya que siempre se consideró que fue él quien propuso irse y, por tanto, la pelota estaba en su tejado. Por su parte, Oliva aceptó anoche seguir, entendiendo que desde el club no se planteaba su marcha. De ello se deduce que aún se ve con fuerzas para revertir la situación y luchar hasta el final por conseguir lo que ahora parece un imposible faltando seis jornadas, aunque de facto son cinco partidos ya que el último ante el Ontinyent supondrá ganar tres puntos sin tener que jugar.

En cualquier caso, todas las partes quieren hacer borrón y cuenta nueva, aunque en el ambiente flota la anunciada dimisión por parte de Oliva que, al final, tras episodios más propios de una comedia de enredo, ha quedado en agua de borrajas.

El técnico habría presentado la dimisión al club tras el partido Tras el partido ante el Ejea, Joan Carles Oliva habría puesto su cargo a disposición del club como había anunciado el viernes. Según ha podido saber este diario, habría manifestado al director deportivo Jordi Esteve su intención de dejar el banquillo si desde el club se entendía que podía ser la solución, pero no se llegó a ningún acuerdo a la espera de hablar todas las partes sin tomar decisiones en caliente. Oliva manifestó tras la rueda de prensa del partido ante el Ejea que se ratificaba en su intención de “dar un paso al lado” si eso servía como revulsivo para que el equipo reaccionase, pero que aplazaba su decisión a una reunión el lunes con el presidente Albert Esteve. Este estaba de viaje y fue ayer cuando finalmente se vieron ambos junto al director deportivo Jordi Esteve. Este diario ha podido confirmar también que el lunes Oliva, pese a que todo apuntaba a su marcha, solicitó entrenar el sábado en el Camp d’Esports en la última sesión preparatoria antes de jugar en Sabadell. Algo sorprendente, pese a que la planificación de los entrenamientos se hace el primer día de la semana.