¡Vuelven a ganar!

Casi dos meses ha necesitado el Lleida para volver a ganar un partido. Después de siete jornadas sin ganar y tras haber encadenado cuatro derrotas en los últimos partidos, por fín se reencontró ayer con la victoria. Derrotó por 2-0 a un Peralada inofensivo, con lo que se mantiene a cuatro puntos de la zona de play off y, por tanto, con 12 en juego, con opciones de clasificarse entre los cuatro mejores de la fase regular. Eso sí, no tiene margen de error.

Fue una victoria más plácida de lo esperado para un Lleida que, en las últimas jornadas, lo ha pasado mal incluso con los equipos de la zona de descenso, algo impropio de un equipo que quiere lucir la etiqueta de aspirante al play off. Debutó Álex Felip y con su presencia el centro del campo se mostró más consistente y volvió a jugar Marc Martínez, al que tanto ha echado en falta Joan Carles Oliva.

Fue una victoria solvente y también plácida, porque el Peralada exigió muy poco a los leridanos. Un solo remate entre los tres palos es muy poco bagaje ofensivo. Claro que, en ello, algún mérito tiene el Lleida, que mejoró notablemente su imagen con respecto a las últimas jornadas, aunque lo cierto es que el listón estaba muy bajo.

Aún así, la primera oportunidad fue para el filial del Girona. Apenas había transcurrido un minuto de partido cuando Andzouana se fue por su banda, entró en el área del Lleida y remató fuera. Parecía que la pesadilla iba a continuar, pero solo fue eso, un mal sueño.

El Lleida se hizo muy pronto con el control del partido, apenas cometió errores atrás, con lo que el Peralada no encontraba huecos; el centro del campo era muy sólido y solo faltaba más presencia en ataque. Un par de llegadas con remates altos de Mousa (10’) y Joan Oriol (21’) precedieron al 1-0 (36’), que llegó en el único remate bien dirigido del Lleida en toda la primera mitad. Pedro Martín recibió un balón en el área, intentó rematar, el balón quedó suelto en el área y Xemi lo introdujo en la meta visitante.

El gol reforzó la fe del Lleida en sí mismo, por lo que en la segunda parte arrancó ya con ganas de sentenciar el encuentro. Lo intentó Cano, que mostró destellos del juego que puede hacer y Pedro Martín, que también tenía ganas de acabar con su sequía particular. No marcaba desde la última victoria leridana en el campo del Valencia Mestalla.

El pichichi del Lleida sufrió un claro penalti en el minuto 57 y él mismo se encargó de transformarlo en el 2-0. El Paralada intentó raccionar, pero ya era tarde y el empujón apenas le dio para protagonizar un par de remates desviados. El Lleida ya no se dejó sorprender y mantuvo su solvencia hasta el final. Ya tiene la victoria que tanto pedía Oliva. Ahora, a ver si es capaz de darle continuidad.