El Barcelona femenino hace historia y alcanza la final de la Champions
Las blaugrana han superado al Bayern de Múnich por 1-0
El Barcelona resistió al vendaval ofensivo del Bayern de Múnich en el Miniestadi (1-0) y, gracias a un tanto de penalti de Mariona al filo del descanso, hizo historia al convertirse en el primer equipo español que alcanza la final de la Liga de Campeones femenina de fútbol. El conjunto alemán, muy peligroso en ataque, intentó remontar el 0-1 en contra del partido de ida, pero a sus delanteras les faltó puntería, incluso con superioridad por la expulsión de Hamraoui en el minuto 70. Pese a que se habían vendido todas las entradas, el Miniestadi no se llenó, pero presentó una notable asistencia. 12.764 espectadores se citaron con la historia.
Su apoyo fue fundamental. En el primer tiempo, el Bayern empezó con el ímpetu que le faltó en el partido de ida disputado en Alemania.
Las jugadoras bávaras, muy intensas en las presión, incomodaron al Barcelona, algo precipitado y nervioso con el balón, aunque muy seguro en defensa, con una imperial Mapi León en el eje central.
La primera ocasión fue de las visitantes, en un disparo de Skorvankova, que remataba demasiado centrado, pero eran Däbritz y Magull las que generaban más peligro. Pese a la precipitación de sus centrocampistas, el Barcelona se encomendó a Lieke Martens en ataque. La holandesa, muy activa en la banda izquierda, fue la protagonista del primer remate de su equipo, que sufría ante las embestidas alemanas. El travesaño de la portería de Sandra Paños, muy segura en el primer tiempo, escupió un misil de Leupolz a la media hora de partido. Respiraba el Miniestadi, que pedía el descanso. El Barcelona, sin embargo, pareció acabar con mejores sensaciones y gozó de tres ocasiones de Lieke Martensa, Tony Duggan y Marta Torrejón. Pero el primer gol llegó de penalti, en el último suspiro. Sirvió la zaga un balón largo a Martens, que le ganó el duelo a Lewandowski. La lateral del Bayern agarró de manera clara a la holandesa cometiendo un penalti indiscutible. La pena máxima la transformó Mariona, con un disparo raso, ajustado a la derecha, con el que engañó a Benkhart.
Una diana que abrió el partido tras el descanso. El Bayern, sin nada que perder, buscó con ansia el empate. Däbritz, ajustando demasiado un remate franco desde el interior del área, y Rölfo, con una media volea rechazada por Torrejón y un disparo que atajó Paños, tuvieron el empate en el primer cuarto de hora del segundo tiempo.
El Bayern maniataba a las locales, que resistían en defensa, incluso con una jugadora menos. En apenas doce minutos, Hamraoui vio dos amarillas y dejaba a su equipo en inferioridad. Ante la adversidad apareció Paños. La guardameta azulgrana sacó una manopla milagrosa a cabezazo de Roord que impactó con la madera. Se salvaba el Barcelona, pero el vendaval alemán no cesaba.
El técnico Thomas Wörle, muy crítico durante el partido con las decisiones arbitrales, también fue expulsado por la colegiada a diez minutos para el final. Pese a jugar con una menos, el Barcelona se mostró muy sólido en defensa y, con el Bayern apurando sus opciones, a punto estuvo de anotar el segundo a la contra, pero ni Andressa ni Aitana acertaron. Ni azulgranas ni bávaras vieron portería en los últimos minutos. Se desataba la locura en el Miniestadi. No era para menos. El Barcelona estará en la final de Budapest del próximo 18 de mayo, cuando intentará continuar haciendo historia.