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DEPORTES

“La segona ja la tenim aquí!!!”

La plantilla del Llista pasea su segundo título europeo consecutivo por las calles de la ciudad || Bruno Di Benedetto volvió a ser el alma de la fiesta y Andreu Tomàs lanzó el discurso más emotivo al ensalzar a cada uno de los “amigos que formamos este equipo”

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.JORDI ECHEVARRIA

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“La segona ja la tenim aquí!!!”. Así se dirigió el presidente del Lleida Llista, Enric Duch, a los presentes en la sala de plenos de la Paeria, tras acabar la rúa que los bicampeones de Europa dieron por el centro de la ciudad para festejar con su gente otro hito histórico.

Vestidos con la camiseta conmemorativa de rigor, con la leyenda ‘Bicampions’ y el dibujo de las dos copas en la parte frontal y el nombre de todos los jugadores, técnicos y auxiliares en el reverso, la plantilla inició el recorrido desde su pabellón talismán cuando pasaban doce minutos de las 19 horas, al grito de ¡Bicampeones de Europa! Bruno Di Benedetto, como no podía ser de otra manera, volvió a ser el alma de la celebración. Había prometido alguna sorpresa en la rúa y cumplió. El francés apareció con la cara y los brazos pintados con los colores del club, una decisión que no tuvo imitadores, más allá de las dos rayas horizontales que se pintó también en la cara César Candanedo y la barba teñida de azul que exhibió Isidre Brufau, uno de los técnicos.

Con la música sonando a todo volumen, los jugadores exhibieron todo tipo de cánticos, algunos más elaborados y adaptando letras de canciones; otros más habituales en estas lides como el ¡campeones, campeones!, ¡Que bote el autobús! o ¡Quien no salte no es campeón!, y finalmente los alegóricos al club, como el ¡oé, oé, oé, ser del Llista és lo millor que hi ha! y el que ya se ha convertido en un himno para este equipo, ¡Yo quiero un Lleida campeón!, que los propios jugadores adaptaron del lema que gritaba la afición portuguesa del Barcelos durante la Final Four de hace dos años.

Cuando el dj del club puso en circulación el micrófono, este fue directo a Bruno, que empezó su espectáculo particular. No faltaron las bromas entre jugadores y técnicos, esta vez con el capitán, Andreu Tomàs, como maestro de ceremonias. Una de sus ‘víctimas’ fue Maxi Oruste, a quien el pallarés confundió a propósito de nacionalidad. “Maxi, el primer chileno que gana una CERS”, espetó Andreu, que recibió la bronca amistosa del argentino.

Después de algo más de 45 minutos de trayecto, en los que los jugadores no pararon ni un momento de cantar y saltar, el bus les apeó frente a la Paeria, donde los jóvenes de la base, sticks en alto, les hicieron el pasillo de honor hacia el consistorio, donde se celebró el acto más protocolario.

El alcalde, Félix Larrosa, concedió la palabra al presidente, Enric Duch, quien alabó a sus jugadores y técnicos. “Es un orgullo, han vuelto a hacer historia. Lo que han hecho es muy grande, solo puedo decir ¡gracias, gracias, gracias!”. Después le tocó el turno a Andreu Tomàs, que hizo el discurso más emotivo. Después de reconocer que “es un orgullo ser el capitán de este grupo de amigos” y animar a los jugadores y jugadoras de la base a trabajar duro “porque os prometo que algún día estaréis aquí como nosotros”, dijo, fue enumerando uno a uno a cada miembro de esta gran familia, incluido Darío Giménez, este año en el Valdagno, que mandó ayer un mensaje agradeciendo las muestras de cariño durante la Final Four.

El capitán reconoció que este año “será muy duro”, en referencia a los que se irán al acabar la temporada, César Candanedo y los hermanos Di Benedetto. “Lleida ha tenido la suerte de tener al tío más divertido del mundo, que es Bruno y, seguro que no me equivocaré, al futuro mejor jugador del mundo, que es Roberto”, dijo. “Otra mala noticia es la marcha de César, un tío fantástico, un crack”, prosiguió. Tuvo palabras para Gerard Folguera, el segundo portero, del que dijo “es el equilibrio”, calificó de “mito” y “ejemplo” a Xixi Creus, a Joan Cañellas como “el mejor compañero que se puede tener” y a Oruste como un referente. Dejó para el final a su hermano gemelo, el portero Lluís. “Soy un privilegiado al haber podido compartir estos títulos con mi hermano”, dijo.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.JORDI ECHEVARRIA

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.JORDI ECHEVARRIA

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.JORDI ECHEVARRIA

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.

Lluís Tomàs y Maxi Oruste, “comiéndose” la Copa.JORDI ECHEVARRIA

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