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Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.JORDI ECHEVARRIA

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El técnico listado, Albert Folguera, se mostró muy crítico con la actuación arbitral, que marcó el desarrollo del partido. “El resultado es demasiado abultado. Hoy me siento muy perjudicado, para mí ha sido muy injusto”, y añadió: “El Barça es el Barça y sabíamos que sería muy difícil, por no decir que imposible. Ya dije que eran muy serios y profesionales y que no vendrían aquí con los brazos caídos, como han demostrado, pero hay momentos claves que marcan el partido, como un penalti que es fuera del área, una primera directa que no lo toca, porque si lo toca hubiera sido tarjeta azul y no se la ha enseñado, y el segundo penalti nada más comenzar la segunda parte, que es una pedrada que lanzan a la desesperada que toca en el patín del Maxi, que ni se mueve”, explicó.

Folguera apuntó que el Barça no necesita de estas ayudas porque “nos hubiera ganado igualmente. Me molesta porque la segunda parte teníamos muy claro lo que teníamos que hacer, y ese penalti nos rompe por completo, porque tenemos que volver a remontar y eso nos ha hecho mucho daño”. El técnico se quejó de la diferente vara de medir que utilizaron los árbitros. “Ellos (los azulgranas) se pasan todo el partido hablando a los árbitros a la oreja, diciéndoles de todo y solo nos han amenazado a nosotros. Nos han avisado a todos, a ellos no, pueden comer la oreja y no pasa nada. Ya sabemos lo que hay”, dijo.

Los árbitros anotaron en el acta las protestas de Lluís Tomàs y Roberto Di Benedetto al final del duelo

El Lleida Llista no pudo repetir la gesta de la primera vuelta, cuando fue capaz de empatar (estuvo a punto de ganar) en el Palau, el único que lo ha conseguido esta temporada, y se llevó un correctivo excesivo (4-9) en un partido con claro protagonismo arbitral. El Barça demostró su potencial ante un cuadro listado seriamente perjudicado, con dos penaltis que no eran y una falta directa más que discutida que cortaron de raíz cualquier atisbo de reacción.

El partido arrancó con el Llista dominando y gozando de las primeras ocasiones a cargo de Bruno Di Benedetto y Oruste, protagonistas del 1-0. El argentino dispara y el francés desvía la bola lo suficiente para despistar a Egurrola. La alegría duró apenas 13 segundos. Tras sacar de centro, Pablo Álvarez se cae y los colegiados señalan una falta directa, pero sin mostrar ninguna tarjeta azul ante la sorpresa de los listados. Primer regalo que el argentino no desaprovecha y empata.

Tras unos minutos de intercambio de golpes, el Barça aprieta el acelerador y en apenas minuto y medio anota tres goles que prácticamente sentenciaban el duelo (1-4). Pero el Llista nunca se rinde. Lo hizo en el Palau y lo repitió ayer. Bruno, en una jugada similar a la del primer gol, ahora desviando un disparo de su hermano Roberto, dio esperanzas de remontada, que se confirmaron minutos después con el tanto de Candanedo, que tras errar inicialmente el penalti, recogió el rechace y batió a Egurrola elevando la bola (3-4).

Pero los árbitros volvieron a hacer de las suyas, ahora señalando un penalti sobre Álvarez cuando la acción era claramente fuera del área, lo que enervó a la afición local, que lanzó cánticos de “¡fuera, fuera!” a los de negro. El argentino tampoco desperdició el segundo regalo de los colegiados y puso el 3-5 a 17 segundos para llegar al descanso. Pero ni con esas se rindieron los de Albert Folguera, que en el último suspiro de la primera mitad, Maxi Oruste, recogiendo un rechace, batió a Egurrola poniendo un esperanzador 4-5.

A la vuelta de los vestuarios, Cañellas pudo haber empatado el partido, pero su disparo lo repelió el larguero. Roberto, por partida doble, Bruno y Candanedo también tuvieron el empate en su manos, pero Egurrola lo evitó. Y poco después llegó la tercera ayuda arbitral, que ya fue definitiva. Oruste toca la bola con el patín sin intencionalidad y los colegiados señalan penalti, que esta vez transforma Joao Rodrigues. El tanto cayó como una losa. Aunque los listados no bajaron los brazos, la suerte les fue esquiva y acabaron encajando tres goles más.

Al final, Lluís Tomàs y Roberto se encararon con los árbitros, que hicieron constar en el acta que el portero les había llamado “sinvergüenzas”, cuando realmente había dicho “no tenéis vergüenza”, lo que les obligó a cambiarlo en el acta, la cual el Llista firmó bajo protesta y esperando que no haya sanciones.

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.JORDI ECHEVARRIA

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.JORDI ECHEVARRIA

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.

Momento en que Lluís Tomàs se encara con los colegiados.JORDI ECHEVARRIA

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