Fracaso con culpas repartidas

Fracaso, decepción y culpas repartidas son las sensaciones de socios y aficionados del Lleida Esportiu tras concluir ayer una Liga que partió con muchas expectativas –el propio club hizo un gran esfuerzo económico porque tenía como objetivo no solo jugar el play off sino intentar quedar campeón para que el camino hacia el ascenso fuera más asequible–, pero que al final ha dejado un regusto muy amargo por la pésima segunda vuelta del equipo que solo ha sumado 16 puntos de 54 posibles (19 de 57 si se cuentan los tres ganados ayer sin jugar por la retirada del Ontinyent). SEGRE ha hecho un sondeo de fin de temporada entre abonados y aficionados con las siguientes preguntas: 1) Puntuación del 1 al 10 de la temporada que ha hecho el equipo. 2) ¿Cómo definiría la temporada del equipo y motivos y responsables/culpables de la situación? 3) ¿Hay que hacer revolución de la plantilla o intentar mantener el bloque? 4) ¿Cree que debe seguir Joan Carles Oliva? 5) ¿Es solo culpa de la ciudad que no haya más apoyo en el Camp d’Esports o el club debería también hacer autocrítica?

El sondeo, que tan solo es indicativo, llega a las siguientes conclusiones: Culpas repartidas entre jugadores y club, sí en general a que continúe Joan Carles Oliva la próxima temporada y que al club le falta autocrítica aun reconociendo que la ciudad históricamente solo responde y llena el Camp d’Esports cuando hay un play off de ascenso.

La afición, que estaba muy ilusionada en la primera vuelta, cree que el club falló en la gestión del mercado invernal y que los jugadores no se adaptaron al cambio de entrenador. Pero, al mismo tiempo, la mayoría apuesta por Oliva con un proyecto en el que pueda aplicar sus conceptos desde la pretemporada.

A la directiva del club se le reprocha también falta de transparencia y de armonía con la afición, y algunos ponen como ejemplo de la buena gestión y el buen trato al Lleida Llista.