LO MEJORLO PEOR
Otro fracaso
El Barcelona de Ernesto Valverde, que no tuvo capacidad de reacción, se ve superado en el Benito Villamarín por el Valencia, que conquista el trofeo por octava vez || Messi marcó el único gol azulgrana a falta de un cuarto de hora para la conclusión del partido
El Barcelona se despidió de la temporada con un nuevo fracaso, al perder por 1-2 ante el Valencia en la final de la Copa del Rey, disputada ayer en el Benito Villamarín. Con la reciente herida de Anfield todavía abierta y Ernesto Valverde señalado como uno de los responsables de ese fracaso europeo, la final de la Copa se presentaba como una oportunidad balsámica para cerrar el curso con un doblete que hubiera calmado las aguas. Pero el equipo se estrelló de nuevo, dejó escapar la posibilidad de hacer historia ganando la Copa por quinta vez consecutiva y Valverde volvió a quedar en evidencia, despertando de nuevo dudas sobre su idoneidad para seguir al frente del equipo.
El Valencia, con su triunfo por 1-2, tocó de nuevo la gloria con un título once años después, como broche de oro a su centenario. Es el octavo título de Copa para el equipo valenciano.
Un gol del francés Kevin Gameiro, a los 21 minutos, y otro de Rodrigo Moreno, en el 33, pusieron por delante al descanso a los valencianistas, que demostraron una gran efectividad con su clásico juego de salir rápido a la contra ante un Barça apagado e inofensivo en el primer tiempo y que reaccionó tarde, con lo que sólo pudo acortar distancias en el 73 por medio de Leo Messi, su mejor hombre, una vez más, pero falto de los complementos que necesita un crack.
Llegaban al Villamarín dos equipos con estados de ánimo a priori dispares: el Barça, un clásico de la competición y su rey absoluto, esta vez herido y con la obligación de resarcirse de su dolorosa eliminación en la Champions en Liverpool (4-0); y un Valencia crecido, que acabó cuarto en la Liga y con hambre de títulos.
Ernesto Valverde, cuestionado por el descalabro en Anfield, recuperó a sus ‘tocados’: el luso Semedo y los brasileños Philippe Coutinho y Arthur Melo, los tres titulares. Marcelino dejó en el banquillo al galo Kondogbia, recién salido de una lesión.
El duelo comenzó como se preveía, con mucha intensidad y con el Barcelona como absoluto dueño del balón, aunque sin hallar las vías para superar el ordenado repliegue del Valencia, que lo fió todo, o casi todo, a salir rápido a la contra.
Y los valencianistas, muy fiables atrás ante los intentos ofensivos azulgranas, siempre sin éxito, gozaron pronto de su primera opción. Fue a los 5 minutos, cuando el balón llegó a Rodrigo Moreno tras un error de Lenglet, dribló al holandés Cillessen y su tiro lo sacó bajo los palos Gerard Piqué.
Con Leo Messi bajando mucho al medio y con libertad de movimientos para tratar de hacer daño a su rival, pero sin recompensa, el Barça siguió en busca del gol, pero sin profundidad ni claridad de ideas. Así, tocaba y tocaba para hallar huecos, aunque sin la verticalidad ni la contundencia necesarias.
El Valencia, aunque dominado territorialmente, no pasó apuros ante un Barcelona inofensivo –su primer remate fue en el minuto 18 por medio de Messi– y su perseverancia le dio frutos tres minutos después.
Fue en un rápido ataque de Gayà por la izquierda, a los 21 minutos, su pase lo recibió en la frontal Gameiro, muy solo, hasta el punto de que el francés se acomodó sin problemas el balón y fusiló de un fuerte disparo a Jasper Cillessen. Apenas diez minutos después, en el 33, Rodrigo Moreno asestó un nuevo mazazo al perdido equipo de Valverde con el 0-2. Sólo Messi, de nuevo, buscó el gol con dos tiros que detuvo Jaume.
En la reanudación, Valverde movió el banquillo con la entrada de Malcom por Semedo y de Arturo Vidal por Arthur. El Barcelona no tenía más remedio que apretar, y lo hizo con claridad en el primer cuarto de hora, con Messi más incisivo.
El astro argentino demostró pronto que le dolía el 0-2, lo intentó botando una falta en la frontal que desvió a córner la barrera y luego, en el 56, mandó un balón al poste.
El Barça no se rendía. Con Messi como guía, siguieron con su asedio y, tras avisar Piqué con un tiro que salió fuera a pase de Malcom, Messi logró el 1-2 a 17 minutos del final al remachar un balón que, cabeceado por Lenglet, dio en un palo.
El Barça veía factible la prórroga y la buscó por todos los medios, incluso con Piqué de delantero centro, con peligrosas incursiones de Malcom y con Messi multiplicándose, pero el Valencia se defendió con uñas y dientes, pudo matar el partido en varias contras que falló Guedes y saboreó un nuevo título once años después del último.