POLIDEPORTIVO INTEGRACIÓN
Deportistas en el limbo
Quince de los 50 menores tutelados en un centro de Foradada están integrados en clubes de atletismo, fútbol y baloncesto sin poder competir || No pueden tramitar la ficha por falta de documentación
Una de las mejores formas de combatir la exclusión social, sobre todo en jóvenes y niños, es el deporte. Así lo han entendido en el centro de primera acogida de menores no acompañados ‘Antares’ en el término municipal de Foradada (Noguera), que cuenta con 50 de estos migrantes, de entre 14 y 18 años, en su mayoría procedentes de Marruecos, aunque también hay de Argelia, Ghana y un albanés. Quince de estos chicos se han integrado en clubes deportivos de la provincia. Diez de ellos practican atletismo gracias al Lleida Unió Atlètica, cuatro están en los equipos de fútbol del Artesa de Segre y uno juega a baloncesto con el club CENG de esta localidad. Aseguran que a veces se les estigmatiza, pero están contentos. “En general, la integración está siendo muy buena, pero siempre hay barreras por el idioma y siempre hay algún recelo por ser quienes somos”, coinciden en señalar los futbolistas, en especial Yassine, de 17 años, y Elvis, de 15, un albanés que ha tenido que aprender a desenvolverse en castellano, catalán y árabe, que es el idioma que hablan mayoritariamente sus compañeros del centro.
“El objetivo es orientar a estos chicos y si, además de estudiar pueden dedicar su tiempo libre al deporte, mejor todavía. Estamos muy agradecidos a estos clubes, aunque el tema del transporte es una locura y es complicado gestionarlo porque estamos lejos de un núcleo de población...”, subraya con especial énfasis Marta Dormido, que lleva tres meses como directora del centro que antes estaba ubicado en Vilanova de Meià.
“Llegan vecinos del barrio que viven en España con dinero y coche y haces lo que sea para marcharte”
Hasta aquí todo perfecto, pero el problema está en que no pueden competir por mucho que entrenen. “Yo soy un lateral rápido como Dani Alves, pero sin papeles no puedo jugar”, dice un sonriente Mohamed, de 17 años, y ahora con un pie escayolado tras una caída desafortunada que nada tuvo que ver con el fútbol.
Aachour, Hamza, Ayoub, Mzzin y Krim son algunos de los ‘atletas’ del centro. Y el espigado Said es el baloncestista del grupo. Todos unidos por un sueño: Tener una vida mejor en Europa.
Llegaron en pateras pagando mil euros o en los bajos de camiones“Si Dios quiere –‘In sa Allah’–” es la expresión más recurrente entre estos jóvenes. Mohamed (Alcazarquivir, 17 años), Said (Tánger, 16) y Krim (Tánger, 17) llegaron solos a España hace unos meses. Los tres arriesgaron sus vidas para alcanzar el continente europeo: varios días y tras muchos intentos fallidos pasó Krim sobre los ejes de un camión, mientras Mohamed y Said cruzaban el estrecho a bordo de pateras, unas balsas hinchables masificadas con 45 y 35 personas, respectivamente, y por mil euros el viaje, que en Marruecos es mucho dinero. Ninguno de ellos es huérfano y todos tienen hermanos en su país. El llamado ‘sueño europeo’ comienza, explican los tres, porque “vienen vecinos de tu barrio que están en España con dinero y coche, y viendo la situación en Marruecos haces lo que sea para marcharte”.