EEUU termina con el sueño

La selección femenina de fútbol puso ayer fin a su segunda aventura mundialista después de caer por 1-2 en octavos ante la favorita, Estados Unidos, en un encuentro peleado y decantado a favor de las norteamericanas con dos penaltis.

España sufrió en el inicio. Las estadounidenses se parecieron poco a las del amistoso de enero en Alicante e impusieron su físico y su calidad para agobiar continuamente a las de Jorge Vilda, desarboladas y a las que se les presentó el peor panorama posible. León midió mal en una internada de Heath y la colegiada del encuentro decretó el penalti con el que Rapinoe adelantó a las suyas (0-1). El partido se ponía cuesta arriba para las españolas cuando la actual campeona cometió un error inesperado en la salida de balón. Lucía García presionó con acierto y su robo le llegó a Hermoso, que colocó el balón con suavidad en la escuadra (1-1). El gol avivó aún más a las norteamericanas, que bajo la batuta de Lavelle y la velocidad por la izquierda de Rapinoe desbordaron al combinado estatal. España, pese al trivote, no tenía el balón, pero supo aguantar esta fuerte salida que se cobró como víctima a Losada, que tuvo que dejar el campo por un golpe en el ojo. La selección logró asentarse en el último cuarto de hora y amenazó gracias al empuje de Lucía García por el costado derecho.

Tras el descanso, Estados Unidos continuó siendo la dominadora, pero Sandra Paños no sufrió tanto. El físico se empezaba a notar en los dos bandos, sobre todo en el español, al que le costaba defenderse con la pelota y que parecía acusar más el desgaste y el calor. El combinado estatal necesitaba posesiones largas y una de ellas acabó con una aparición de Patri Guijarro para poner un balón que se paseó por delante de Naeher. La defensa había conseguido controlar la línea ofensiva estadounidense. Entonces, otra acción en el área terminó con un discutido penalti que permitió a Rapinoe poner de nuevo por delante a las suyas. Quedaban 20 minutos para volver a replicar a este golpe. Estados Unidos apeló a su experiencia y su fortaleza para guardar su preciado botín y clasificarse para cuartos de final, aunque ya sabe que a España le falta menos para llegar a cotas mayores.