CICLISMO TOUR DE FRANCIA
El Tour se aprieta
Una nueva exhibición de Simon Yates (Mitchelton Scott) le permitió al británico ganador de la Vuelta 2018 proclamarse rey de los Pirineos con una victoria en solitario en la inédita cima de Prat D’Albis, en una jornada en la que el francés Thibaut Pinot hizo temblar la general y puso en peligro el maillot amarillo de su compatriota Julian Alaphilippe. Yates, de 26 años, ganador de la primera jornada pirenaica en Bagnéres de Bigorre, repitió ayer la jugada. Se metió en la escapada buena, atacó en el último puerto y levantó los brazos en la niebla de la cima para celebrar con tiempo su segundo triunfo en el presente Tour. Le sobraron 30 segundos, los que les faltaron
a Pinot y a Mikel Landa
El francés, ganador el sábado en el mítico Tourmalet, dinamitó la etapa y apretó la general
para alcanzarle. El francés dinamitó la carrera atacando a saco en el Prat D’Albis, asfixió a un buen número de rivales y puso en jaque a Alaphilippe, a quien se le vio ceder por vez primera. Cobra emoción la general, con los cinco primeros en 2 minutos.
La etapa que cerraba los Pirineos tuvo un comienzo muy complejo, con mil ataques y velocidad elevada. Nada menos que 47 kilómetros cubrió el pelotón en la primera hora. Costó largo rato confeccionar la fuga, pero finalmente se largaron 32, incluidos algunos derrotados la víspera en el Tourmalet. Allí estaban en la excursión masiva Quintana, Nibali, Yates, Dan Martin y Zakarin, entre otros.
Proceso imparable de selección en el Mur de Péguère, puerto de 9,3 kilómetros al 7,9 por ciento de pendiente media. Allí Landa se animó a atacar para enlazar con Quintana, que lideraba el grupo cabecero con Yates. Se estaba moviendo la carrera cuando el líder se quedó solo en su grupo. Se fundió el Deceuninck antes del último puerto. El Ineos contaba con Thomas, Bernal y Poels y no daba un solo relevo en cabeza. Landa se unió al grupo perseguidor de Yates apenas comenzado el Prat D’Albis. Sobrepasó a Quintana sin mediar palabra y después de fundir a Bardet se fue a por Yates, que andaba a su aire. Entre los favoritos surgió la figura de Pinot para marcar la etapa y la general.
El conquistador del Tourmalet atacó a 7,5 kms de la cima y fue arruinando a todos los rivales. Cedieron Thomas y Kruijswijk, luego Buchmann, castigó a Bernal hasta soltarlo y alcanzó a Landa. Luego quería hacer lo propio con Yates para volver a encender a la afición francesa en medio del diluvio, pero no le alcanzó. A su lado Landa, resucitado para la causa del podio. Gracias a Pinot, que ya es cuarto de la general, el Tour vivirá mañana la segunda jornada de descanso con nuevas expectativas y la general con muchos interrogantes.