SEGRE
Un jugador del Mollerussa, ayer con la equipación suplente, trata de desplazar un balón, presionado por otro del Andorra.

Un jugador del Mollerussa, ayer con la equipación suplente, trata de desplazar un balón, presionado por otro del Andorra.MAITE MONNÉ

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Todos los sueños tienen un punto de partida y está claro que el del Mollerussa, por el momento, pinta bien. Pese a la prematuridad de las fechas y la incipiente puesta en marcha de los conjuntos, a los del Pla se les ve un paso por delante, tal y como de hecho reconoció Josep Maria Turull al final del partido. Ayer, además, la prueba era ante un equipo que se está preparando para competir en Segunda B esta temporada, es decir, dos categorías por encima. Sin embargo, el conjunto tricolor no dio muestras de esa realidad y, es más, el Mollerussa dominó en varias fases del encuentro al que fue un rival la temporada pasada.

El Atlètic Segre, anfitrión de la contienda, aprovechó la visita de los del Principat para homenajear a su lateral derecho Fede Bessone, que jugó en el club de Cappont cinco temporadas. Bessone partió como titular pero Gabri lo sustituyó antes de la media hora de juego, dado que ya había jugado el día antes en el partido de Copa Catalunya.

El partido, pese a su desenlace insípido, fue atractivo, disputado y pudo haberse decantado para cualquiera de los equipos, que aprovecharon el choque para probar aspectos del juego y acumular carga de minutos en sus futbolistas, como es habitual en este tipo de encuentros. En la primera parte, ambos conjuntos sacaron a relucir un juego rápido y de toque, que llevó al Mollerussa a dominar los primeros compases, liderados por el timonel Artur Gòdia. De hecho, Solde estuvo a punto de inaugurar el marcador tras una jugada personal que acabó con el balón al poste. Poco a poco, el Andorra fue ganando terreno y aproximándose a los dominios de Joan Marc, seguro en todo momento. Su mayor peligro, no obstante, llegó con dos tiros demasiado altos y con una falta directa de Betriu que atrapó el cancerbero leridano.

La misma tónica siguió tras el descanso y el carrusel de cambios, aunque las ocasiones esta vez se decantaron todavía más a favor de los de Turull, en parte gracias a la entrada de Álvaro y de Delgado, que fueron de los que crearon más peligro por parte de un equipo que ayer se lució ante todo un Segunda B.

Un jugador del Mollerussa, ayer con la equipación suplente, trata de desplazar un balón, presionado por otro del Andorra.

Un jugador del Mollerussa, ayer con la equipación suplente, trata de desplazar un balón, presionado por otro del Andorra.MAITE MONNÉ

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