FÚTBOL INTERNACIONAL
El Liverpool se lleva su cuarta Supercopa de Europa en los penaltis
Gran estreno de la colegiada Frappart
Como hace catorce años en la más famosa final de la Liga de Campeones, el Liverpool volvió a coronarse en Estambul en una tanda de penaltis que tuvo al portero andaluz Adrián San Miguel como protagonista, al parar al joven Tammy Abraham el lanzamiento definitivo. El gol de Olivier Giroud en la primera parte y el empate de Sadio Mané en la segunda llevaron la final a una prórroga, en la que el propio senegalés adelantó al Liverpool y Jorginho empató desde el punto de penalti, una acción que forzó el propio Abraham.
Los tiros desde los once metros llevaron la copa a Liverpool, como ya ocurrió en aquella final de 2005, entonces con Jerzy Dudek como héroe red, y esta vez con Adrián, quien hace poco más de una semana no tenía equipo. Tras una tanda sin errores, le tocó el turno a Abraham, que lanzaba para empatar. La presión le pudo y Adrián, con el pie, dio la cuarta Supercopa de su historia al Liverpool, igualando al Madrid.
Hasta ese momento el partido fue un toma y daca continuo. El Chelsea, que partía de víctima, avisó un par de veces antes del tanto de Giroud. Los reds también tuvieron las suyas, sobre todo en la segunda mitad, pero se toparon con el vasco Kepa.
El partido fue dirigido por la francesa Stéphanie Frappart, que se convirtió en la primera mujer en pitar un partido y una final continental masculina, cuajando una gran actuación y acertando en la anulación de dos goles al Chelsea.