DEPORTES
Amargo estreno
Aduriz, de 38 años y que acababa de entrar en el campo, sentencia con un tanto de ‘chilena’ a un minuto del final || El Barça, espeso en la primera y dominador en la segunda, envió dos balones al palo, perdió a Suárez por lesión y Rafinha fue el mejor
Aritz Aduriz, que hace unos días anunció su adiós al fútbol profesional al final de esta temporada, tumbó al Barcelona en el arranque liguero en San Mames con un gol antológico, una espléndida media chilena imposible para Marc-André Ter Stegen. No llevaba más que unos segundos en el campo el eterno ariete internacional, que aprovechó el primer balón al área para demostrar su dominio del remate, una capacidad que no pierde ni viendo ya cerca los 39 años de edad.
Fue el desenlace inesperado a un partido en el que arrancó mejor el Athletic, pronto equilibró las cosas el Barça, que monopolizó la posesión en una segunda mitad sin apenas más ocasiones que un par de ellas de Ivan Rakitic y Rafinha, dos jugadores que no iniciaron el encuentro pero que fueron los más destacados. El mejor, el hispano-brasileño, que tuvo que sustituir al lesionado Luis Suárez en la primera parte, en la que los de Ernesto Valverde, tras dos ocasiones iniciales de Iñaki Williams, mandaron dos balones al palo. El Barça, que en dos temporadas con Ernesto Valverde ha perdido cuatro partidos, inició la tercera con derrota, algo que no sucedía desde 2008 con Pep Guardiola.
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El francés, que entró poco en juego, comenzó en la banda y acabó de delantero centro al lesionarse Suárez
Sorprendió el técnico extremeño con un centro del campo inédito. No estaban ni Busquets ni Raquitic, que esperaban en el banquillo viendo el debut de Frenkie de Jong, que tuvo de compañeros a Sergi Roberto y Aleñà. Comenzó mejor y más decidido el Athletic, que dispuso de dos buenas oportunidades para adelantarse, ambas en botas de Iñaki Williams y las dos desbaratadas por Ter Stegen, muy seguro.
En la primera, a los 7 minutos, el portero alemán desvió a córner un fuerte e intencionado disparo desde fuera del área del delantero local, y en el 15 resolvió con acierto un mano a mano con el ‘9’ del Athletic, que se había escorado mucho para buscar el ángulo en su tiro por abajo buscando el segundo palo.
Se equilibró el choque y el Barcelona encontró su primera ocasión casi sin buscarla más que en un par de combinaciones en el área abortadas por la sólida defensa rojiblanca. Esa oportunidad le llegó en un grave error de Unai López, que cedió al portero un balón que parecía sin peligro, pero en el camino estaba un renqueante Luis Suárez, que entonces ya se dolía del gemelo. El uruguayo aceptó el regalo, se dio la vuelta y disparó ante la desesperada salida de Unai Simón, novedad en la portería, pero el balón se estrelló en la madera.
Como la segunda ocasión azulgrana, curiosamente de Rafinha, que tuvo que sustituir a Suárez por lesión. El hispano-brasileño buscó la escuadra de la meta local con un disparo desde la derecha y fuera del área que si no se alojó en la portería de Simón fue porque el joven guardameta lo desvió lo justo para que no se embocase entre los tres palos, diera en la cruceta y saliera despedido. El Barça, que le costaba crear juego, ya había enviado dos balones a la madera.
Un par de disparos lejanos de Unai López, la gran novedad de la pretemporada y de nuevo titular como al inicio de la campaña pasada, y un remate de Raúl a centro de Capa completaron las acciones reseñables de una primera mitad rojiblanca en el arranque, equilibrada pasado el primer cuarto gracias a la movilidad de Rafinha, que se reivindicó a pesar de tener un pie fuera del equipo.
Todo dio un vuelco en la segunda. La entrada de Rakitic dio mayor oficio al Barça, que pasó a dominar a placer el partido. Rafinha seguía amenazando y el croata se unía también en ataque con dos remates. Se sucedieron más llegadas a ambas áreas, aunque sin apenas peligro para Simón y Ter Stegen hasta que una nueva de Rakitic, en el minuto 70, se le fue alta al croata entrando al área en una inmejorable posición.
Tampoco atinó Rafinha, el más peligroso de su equipo, nueve minutos después, tras driblar a varios defensores en una baldosa, entrando al área y encontrándose con un rival que le bloqueó el disparo. Parecía languidecer el encuentro, pero Garitano sacó a Aduriz y el eterno goleador, a los pocos segundos, no desaprovechó la oportunidad de empezar empapado de gloria la temporada de su adiós e infligiendo la primera derrota a un Barça sin Messi.