“Si voy a Tokio será un regalo, no mi objetivo”

La nadadora leridana Paula Juste, de 16 años, acaba de regresar del Mundial júnior de Budapest con tres quintos puestos (400 libre, 400 estilos y 4x200 libre) tras haber conseguido un mes antes en el Europeo dos quintos puestos (400 estilos y 400 libre) y una cuarta plaza (4x200 libre). Coleccionista de medallas en campeonatos de España y de Catalunya desde que tenía 9 años y sin perderse nunca una competición internacional, como recuerda Erika Espejo, su entrenadora junto a Josep Maria Rojano en el CN Lleida, la joven campeona afirma haber terminado “un año muy duro”. Pese a que no es oficial, por marcas conseguidas aunque le queda un año como júnior, la Real Federación Española de Natación, la incluirá en el ENA (Equipo Nacional Absoluto) que optará a los Juegos de Tokio 2020. Junto a ella, doce nadadores, uno de ellos la campeona olímpica y con 4 medallas en los Juegos, Mireia Belmonte. “Mi objetivo principal de esta temporada es el Europeo júnior en Aberdeen. Otra cosa es que los resultados sean tan buenos que me permitan ir a Tokio, pero no es mi objetivo. Si consigo ir a los Juegos será un premio, un regalo”, dice con timidez.

“Ahora mismo parece imposible que pueda estar en los Juegos por las marcas que piden, pero ya ha demostrado de lo que es capaz”, interviene Rojano. “En el agua tiene una madurez espectacular”, añade Erika Espejo. Su progresión invita al optimismo. En el último año ha bajado 12 segundos en 400 estilos y 7 segundos en 400 libre. Es, además, una nadadora muy versátil y sus entrenadores, prácticamente dos hermanos mayores para ella, saben cómo exprimir ese potencial. “Si una prueba no le sale bien, seguro que en la siguiente se rehace”, afirman. “Los resultados de este verano han sido muy buenos, algunos hasta inesperados a nivel de marcas. Al Mundial, en un primer momento, solo iba como una experiencia más, pero una vez allí fui a por todas, sin presión”, asegura Paula que reconoce ser “muy competitiva dentro del agua, pero fuera de ella no. Cada vez es más complicado superar el siguiente listón. Tener condiciones no basta. Hay que picar mucha piedra (se levanta a las 5 de la mañana para entrenar) y renunciar a muchas cosas para que salgan los resultados”.

En el último año ha bajado sus marcas 12 segundos en los 400 estilos y 7 segundos en los 400 libre

Al contrario que otros deportistas de élite, sigue entrenando con su club de toda la vida. “Muchos compañeros que están en centros de alto rendimiento echan de menos poder dormir en casa. Estar con mi entorno me da más confianza. No lograría nada sin el gran apoyo de mi familia, mi club, mis entrenadores, mi psicólogo deportivo (Àlex Gordillo), mis fisioterapeutas (Tfisio) mis nutricionistas (Clínica Barahona) y mi marca de bañadores (Vadox)”.