Un leridano entre la élite

Probó la natación de competición en el CN Lleida entre los 6 y los 11 años pero se cansó “porque por mucho que entrenase no progresaba”; luego se pasó al fútbol durante dos años y pronto se dio cuenta “que no se me daba bien”, hasta que con 14 años participó, “por probar”, en el triatlón de Gimenells y allí se le abrieron de par en par sus expectativas. Su progresión ha sido tal que los días 12 y 13 de octubre participará en Pontevedra en una nueva competición, el Pro Tour, reservada únicamente para los 40 mejores triatletas españoles de categoría élite. La historia de Roger Mirabet, que ese fin de semana del Pro Tour cumplirá 20 años, se resume en alguien que sabe sus limitaciones, que no se rinde nunca y que al fin ha encontrado su sitio en el deporte. “En el primer triatlón que hice, en Gimenells, me tuvieron que prestar la bici y el neopreno, pero aprendí mucho. Vi que tenía potencial por mi pasado de nadador y también se me daba bien correr. Pero también me faltaban muchas cosas. No sabía ni ir a rueda en ciclismo, por ejemplo”, explica este estudiante de Administración de Empresas (ADE) en la UdL.

En su segundo año como triatleta, siendo cadete, ya ganó el Circuit Català de su categoría entrenando 17 horas a la semana. “Mis amigos me decían que estaba loco”, dice con una sonrisa. Actualmente entrena entre 22 y 23 horas semanales repartidas de lunes a domingo. Sin descanso. Continúa trabajando la natación en el CN Lleida con el técnico Jose Rojano y el atletismo en el Xafatolls con Fran Carrillo. El ciclismo, “el que más horas me lleva”, dice, lo practica junto a otro triatleta leridano, Sergi Jurado.

El pasado año el Saltoki navarro, uno de los mejores equipos españoles, lo incorporó a sus filas en vista de su potencial. Logró su clasificación para el Pro Tour tras quedar en el puesto 18 absoluto, sexto sub-23 y tercero por equipos en el Campeonato de España de distancia olímpica élite el pasado fin de semana en La Coruña. Fueron 1.500 metros nadando, 40 km de bicicleta y 10 km a pie. “Ni yo me esperaba estar tan bien”, admite Roger. El premio: competir con los Gómez Noya, Mario Mola y compañía.