Sentencia en la última curva

Marc Màrquez sentenció a la primera sus opciones al octavo título mundial al pelear como si fuera el primer día por la victoria con Fabio Quartararo. Màrquez seguramente dejó de lado todas las recomendaciones que le harían en su equipo para que se garantizase el título y esperó hasta las dos vueltas finales para asestar el golpe definitivo a su oponente, al que estuvo estudiando durante toda la carrera. Una vez más su víctima propiciatoria fue Quartararo, al que ya había ganado por muy estrecho margen en el circuito Marco Simoncelli de Misano Adriático y al que intentó superar por el exterior en la apurada de frenada de final de recta en la penúltima vuelta sin conseguirlo. Pero al principio de la última vuelta el francés, que le cerró ese punto para evitar el adelantamiento, no pudo evitar que el piloto de Honda lo intentase un poco más adelante, justo antes de entrar en la segunda curva, lo que seguramente sorprendió a su rival. Esta vez sí, Màrquez adelantó al francés y se puso líder intentando cerrar todos los huecos, aunque en la última curva sabía que su oponente lo volvería a intentar, pero al igual que ya hiciese el año pasado le dejó entrar para que al salir se tuviese que abrir y, por dentro, le volvió a adelantar para adjudicarse su novena victoria de la temporada y, de paso, el título mundial. Con ellos en el podio estuvo Maverick Viñales, que aguantó algo tras el rebufo de ambos, pero no pudo mantener su ritmo, aunque en las últimas dos vueltas se les acercase algo beneficiado por la intensa pelea que ambos protagonizaban. Andrea Dovizioso no tuvo ninguna oportunidad de plantar cara a su rival por el título. Perdió terreno frente al trío de cabeza y lo único que pudo hacer fue defender su cuarta plaza.