LOS DETALLES
El Llista suma 3 puntos de oro
Albert Folguera valoró la importancia de los tres puntos logrados ayer ante el Lloret, pero también destacó la buena primera mitad que hizo el equipo. “Lo mejor del partido no son solo los tres puntos. Diría que en la primera mitad hemos estado muy bien y pudimos marcharnos al descanso con un 4-0 o 5-0”, explicó, admitiendo también el valor que tiene esta victoria de cara a los próximos partidos. “Estos tres puntos nos tienen que dar mucha tranquilidad”, añadió.
Admitió que temió que en la segunda parte, cuando el Lloret marcó el 2-1, se pudiera repetir la historia del pasado miércoles, cuando el Igualada remontó el partido en los últimso segundos. “En la segunda parte nos ha pasado un poco lo del otro día. Aunque hemos intentado estar tranquilos, hemos vuelto a tener posesiones cortas, veíamos que llegábamos pero el marcador era muy justo y el equipo estaba con un poco de ansiedad”.
Añadió también que tras el 2-1 es normal que “ellos se crecen y a nosotros nos entran las dudas. Nos ha costado salir de su presión. Pero me quedo con los tres puntos, que son importantísimos después de lo del otro día”, insistió.
Sobre el inicio de Liga, con 7 puntos de 12, dijo que “no estoy descontento. Ganar en Vic no es fácil y empatar en Voltregà no es fácil. Ahora nos vienen Liceo, Girona, Caldes... partidos que son complicadísimos”, añadió el entrenador.
El Lleida Llista sumó ayer tres puntos de gran valor al derrotar por 4-1 al Lloret, en la que era su primera victoria de la Liga en el Onze de Setembre. El partido tuvo dos partes bien diferenciadas y de signo totalmente opuesto. En la primera el equipo de Albert Folguera dominó totalmente a su rival y tuvo suficientes ocasiones como para haber cerrado el partido. Pero no lo hizo y en la segunda parte sufrió mucho tras el 2-1 de los gerundenses, repitiendo escenas que recordaban a la derrota del miércoles anterior ante el Igualada, en un partido que los leridanos dominaron claramente durante muchos minutos pero que acabaron perdiendo por 6-8. Ayer, los últimos minutos volvieron a ser decisivos, pero en esta ocasión el triunfo se lo llevó el equipo leridano.
No mereció sufrir tanto el Lleida Llista. Es cierto que, con cinco novedades en la plantilla, el equipo está todavía en fase de construcción y la compenetración se resiente. Pero aunque el equipo alterna fases de buen juego con desconexiones incomprensibles, ayer pudo haber cerrado el partido en la primera parte en la que, además de dos goles, hizo tres lanzamientos a los postes y erró un penalti a falta de 39 segundos para el descanso. Con un poco más de acierto, la segunda parte hubiera servido solo para decidir la diferencia final en el marcador.
El Llista recibía al Lloret con las cicatrices que le dejó la dolorosa derrota del miércoles ante el Igualada. El rival llegaba necesitado de puntos, ya que no ha logrado todavía ninguna victoria. El equipo de Folguera saltó a la pista con la lección aprendida y se lanzó a por la portería rival. En menos de cinco minutos Joan Cañellas y Andreu Tomàs ya habían estrellado dos bolas en los postes y, pasado el minuto 5, el francés Nathan Gefflot desvió un lanzamiento de Andreu Tomàs para subir el 1-0 al marcador y dar una necesaria dosis de tranquilidad al equipo.
El Lloret dio un susto con una acción de Farré en el minuto 14, marcando un gol que fue anulado por haber elevado en exceso el stick en el momento del lanzamiento. Todo seguía igual, pero esa acción recordaba al Llista que todavía tenía mucho trabajo por delante.
El equipo leridano controlaba el partido, tenía la posesión y buscaba el gol con insistencia, pero sin acierto. En el minuto 16 Andreu Tomàs volvió a lanzar la bola al poste. Era el tercero. El premio a tanta insistencia llegó en el minuto 22, cuando Àlex Joseph marcó el 2-0.
Antes del descanso todavía tuvo el equipo una oportunidad de ampliar el marcador, pero Andreu Tomàs erró un penalti con el que los árbitros castigaron un derribo a Marc Palazón a falta de 39 segundos.
La suerte siguió siendo esquiva en el arranque de la segunda parte. El visitante Marc Gómez vio una tarjeta azul en el minuto 28 y en esta ocasión fue Mauro Giuliani quien no acertó a transformar el lanzamiento directo.
Y ocurrió lo que suele suceder cuando un equipo perdona tanto. Adrià Farré marcó el 2-1 en el minuto 35 y con ello los nervios y las dudas volvieron a los jugadores leridanos, a los que les costaba mantener la posesión de la bola, lo que generaba peligrosas contras del equipo gerundense. Como el miércoles, el Llista se complicaba la vida.
Cuando los pesimistas temían otro final de pesadilla, Oriol Vives marcó el 3-1. Faltaban escasamente cuatro minutos para el final del partido, todo un mundo en hockey, pero el golpe fue excesivo para el Lloret, que reclamó a los árbitros que Àlex Joseph había molestado al portero en el momento del lanzamiendo de Vives. Con el Lloret a la desesperada, Andreu Tomàs, a falta de pocos segundos para el final, culminó una contra con el 4-1 definitivo que premiaba el esfuerzo de los leridanos. Tres puntos de auténtico oro.