Victoria de líder

Es verdad que la Liga no ha hecho más que comenzar y que este fin de semana se disputa la novena jornada. Pero lo cierto es que el Lleida de Molo se acostó ayer como líder en solitario tras su victoria, de prestigio moral, más que otra cosa, en el Mini Estadi del Villarreal B (1-3), que hasta ayer compartía el liderato con el Lleida, y con el Andorra, que juega hoy en Orihuela. El equipo leridano se mostró muy serio en su planteamiento, muy sólido en defensa y, sobre todo, demoledor en ataque al conseguir tres goles en sus tres primeros remates entre los tres palos. Lo que suele exigírsele a los equipos grandes de la categoría. Los primeros minutos del Lleida fueron, quizás, los mejores del campeonato, con una presión avanzada que destrozó a los de Miguel Álvarez, que no sabían nunca como mover el balón, que acababa indefectiblemente a pies de los azules, ayer de rojo.

Ya en el primer minuto pudo avanzarse el Lleida en un centro de Oriol que fue despejado con la mano por el central Sofian dentro de su área, pero el árbitro lo ignoró. Luego, cinco minutos después, no tuvo más remedio que señalar la pena máxima en un derribo de Carlos Bueno a Alpha cuando ya se plantaba en solitario ante el portero Fuoli. Marc Martínez, con una tranquilidad pasmosa, no perdonó.

Con el 0-1, el Lleida controló el juego a placer con constantes llegadas al área, siempre por medio de Alpha quien, con su velocidad y sentido del desborde, iba cargando de tarjetas a la zaga amarilla. Sin embargo, en la primera aproximación seria de los locales al área de Pau Torres, llegó el empate, al señalar Pérez Muley penalti en unas manos de Simic. El Lleida lo pasó mal durante unos minutos, pero muy pocos, porque Liberto (42’) se inventó una jugada de cine que acabó con una asistencia imposible a Eder que, esta vez, no perdonó. Aún reaccionó el Villarreal antes del descanso con un doble remate de Sofian (43’) a los que respondió Pau Torres con una doble y espectacular parada.

Tras el descanso, Miguel Álvarez hizo un doble cambio, pasó a jugar con tres centrales y forzó al Lleida a un intercambio de golpes que parecía que iba a beneficiar más a los locales, que hubieran podido empatar si el árbitro hubiese señalado como penalti un empujón a Baena (58’). Pero entonces apareció de nuevo Liberto (62’) con una jugada de genio y otro pase milimétrico a Eder para que sentenciase con el 1-3. A partir de ahí, el Villarreal pasó a dominar, pero Pau Torres lo paró absolutamente todo. Primero en una falta directa (69’) lanzada por Lozano que despejó a córner. Luego detuvo un cabezazo de Sofian (71’) y uno mas de Lozano (79’). Y el árbitro todavía anuló un gol a Lozano (90’) por fuera de juego. Los de Molo se acercaron menos y sin tanto peligro, con tiros de Joan Oriol (75’) y Eder (79’) que salieron desviados y un último de Cano (82’) que detuvo fácil el portero local.

La nota negativa del tramo final del partido estuvo en la lesión de Álex Felip (86’), en un choque con un jugador local que le obligó a abandonar el campo, primero renqueante y luego en camilla, dejando al Lleida en inferioridad numérica.