MOTOCICLISMO GP AUSTRALIA
“Tenemos que dar un paso más”
El líder del campeonato de Moto2, Àlex Màrquez (Estrella Galicia 0,0 Marc VDS), no estuvo en los puestos altos de la tabla de tiempos al finalizar octavo, con 1:33.675, a más de seis décimas de su compatriota Jorge Martín (KTM), en el Gran Premio de Australia, decimoséptima prueba del Mundial de Motociclismo. El de Cervera, que podría proclamarse campeón del mundo este fin de semana, sufrió una leve caída al inicio del primer libre con la pista mojada que no le provocó daños, y luego se centró principalmente en asegurarse un puesto en la ‘Q2’ ante la previsión de lluvia para hoy.
“En seco hemos mejorado respecto al año pasado, pero todavía nos falta un poco, especialmente en cuanto al ritmo en comparación a las KTM y la Speed Up de Navarro. Creo que podemos estar bastante contentos, pero tenemos que dar un paso más tanto técnico como de pilotaje”, comentó Àlex.
El leridano dispone mañana de su primer match-ball para sumar la que sería su segunda corona tras la lograda en 2014 en Moto3. Entonces el piloto de Cervera conquistó la corona en Cheste después de disponer en el GP anterior, Sepang, de una primera opción. Aunque esta primera oportunidad es bastante complicada –pasa por subir al podio y luego está a expensas de sus rivales– se podría dejar un match-ball más asequible para el siguiente domingo en Sepang. Entra con 36 puntos de ventaja sobre Luthi, 42 sobre Fernández, 48 sobre Jorge Navarro, 50 sobre Binder y 58 sobre Marini con 75 por repartirse. Àlex será campeón si gana, Luthi es quinto o peor y Fernández es tercero o peor. Si es segundo, Lüthi es décimo o peor, Fernández es quinto o peor y Navarro y Binder no ganan. Si es tercero, Lüthi es decimocuarto o peor, Fernández es noveno o peor, Navarro no sube al podio, Binder no es primero o segundo y Marini no gana.
Toque de Marc con Lorenzo cuando buscaba su vuelta rápida Marc Màrquez y Jorge Lorenzo tuvieron sus más y sus menos en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia dominada por Maverick Viñales. El vigente campeón del mundo por octava vez le recriminó a su compañero de equipo de Repsol Honda haberse dormido, lo que provocó que ambos pilotos se tocaran.