Dos puntos más que vuelan para el Lleida Llista

El Lleida Llista dejó escapar dos puntos más del Onze de Setembre en otro partido que tenía controlado pero que acabó cediendo, esta vez un empate ante un Girona que nunca bajó los brazos pese a tener que remontar un marcador adverso hasta en cuatro ocasiones (4-4). No fue tan dramático como hace dos semanas ante el Igualada, frente al que perdió 6-8 pese a llegar a dominar por 5-2, pero el punto que voló ayer del coliseo leridano fue, en gran parte, por errores individuales, como la décima falta cometida a dos minutos del final y cuando el Girona jugaba en inferioridad numérica que derivó en el 4-4.

El Llista arrancó muy fuerte y en los dos primeros minutos cercó la portería del veterano Jaume Llaverola, que evitó el tanto listado a sendos disparos de Jefflot y otro de Cañellas. El francés, que volvió a salir de inicio, no perdonó cumplido el minuto 2 al aprovechar un rechace del meta gerundense. Reaccionó rápido el Girona y Aniol Mangas a punto estuvo de restablecer la igualada, pero Lluís estuvo acertado en su disparo, como también lo estuvo dos minutos después a remate de Gerard Pujol. El tanto del empate llegó en un despiste defensivo, que dejó a Mangas rematar solo (1-1).

El Llista volvió a tomar el mando y tras un aviso de Jefflot, Àlex Joseph comandó un contraataque que acabó culminando a la perfección Oriol Vives (2-1, m.12). Cuatro minutos después, Llaverola estuvo providencial para evitar el tercero de los listados, primero en un mano a mano con Giuliani, después en un disparo desde lejos de Vives y acto seguido frustrando una jugada invididual de Palazón. Llaverola mantuvo a los suyos en el partido hasta el descanso con otras dos paradas de mérito, una a disparo de Andreu Tomàs y otra en un contragolpe de Joseph. El Girona se quitó el dominio local de encima y a punto estuvo de empatar, sobre todo en una jugada personal de Gerard Pujol que acabó disparando alto.

En la reanudación, el Girona salió más entonado y tras un par de avisos volvió a empatar gracias a un penalti transformado por David Carles (2-2, m.33). El tanto espoleó a los de Albert Folguera, que volvieron a la carga y Cañellas se topó con el poste, lo que hubiera sido el 3-2. Vives también lo probó al contraataque, pero esta vez el tanto llegó a bola parada tras llegar el Girona a la décima falta. La acción la ejecutó Andreu Tomàs que, de disparo directo, hizo inútil la estirada de Llaverola (3-2). El Llista volvía a tomar ventaja por tercera vez en el partido, pero le faltaba sentenciar. El propio capitán tuvo el cuarto en sus manos, pero el meta rival detuvo su disparo. El Girona también replicó de la mano de Mendes da Silva, que se encontró con la manopla de Lluís Tomàs, pero un minuto después el propio angoleño forzaba un penalti que David Carles transformaba para situar de nuevo la igualada en el luminoso (3-3, m.42).

Faltaban aún ocho minutos y el partido seguía abierto. Cañellas avisó con un disparo seco al que respondió Llaverola, pero el tarraconense encontró el premio del gol pocos segundos después, al aprovechar un rechace del meta gerundense tras un lanzamiento lejano de Vives (4-3, m.43). El Llista se había repuesto de inmediato del golpe y pudo haber sentenciado en un par de acciones, la más clara, una falta directa decretada por los árbitros por la exclusión de Da Silva por ver la tarjeta azul. Pero esta vez Andreu no estuvo acertado. Volvió a dispar directamente en lugar de hacer jugada y Llaverola repelió la bola. Durante dos minutos –solo quedaban tres–, el Girona jugó en inferioridad, pero ni con esas supieron los listados sentenciar.

Es más, un error de Cañellas, al cometer la décima falta, permitió a Gerard Pujol marcar el empate con polémica, ya que su primer disparo lo repelió el larguero, pero el mismo jugador remató a la red levantando el stik por encima de la cabeza de Lluís Tomàs, una acción que los listados protestaron y que no tenía que haberse dado como válida. Aun jugando en superioridad, el Llista no encontró la manera de volver a marcar, todo lo contrario que el Girona, que en el último suspiro, con los leridanos precipitados y fuera del partido, tuvo la última, pero Lluís Tomàs evitó la derrota al parar el contragolpe de Josep Hernández. Al final, un punto que sabe a poco ante un rival directo que no supo rematar cuando tuvo ocasión.