LOS DETALLES
CRÓNICA. Liderato del Lleida sin goles
El Lleida se mantiene en cabeza de la clasificación pese a ceder un empate ante un buen Atlético Levante || El fulgurante arranque azul no tuvo continuidad
El Lleida Esportiu ha salido de esta jornada manteniendo el liderato y sin conceder goles. En las cinco últimas jornadas Pau Torres solo ha encajado un gol, el de la anterior jornada en Villarreal, donde los azules dieron un golpe en la mesa y se impusieron por 1-3 para alzarse con la cabeza de la clasificación. Esa es la solidez y solvencia que transmite el equipo de Molo pese a que ayer no pudiera pasar del empate ante un buen y ordenado rival como fue el Atlético Levante. No fue el mejor partido del Lleida, pero aunque no bordó el fútbol tampoco se descosió cuando en algunas fases el rival, sobre todo en tramos del segundo tiempo, le llegó a superar sin traducir el juego en ocasiones. De hecho, el Levante solo remató con cierto peligro dos veces en todo el partido, una entre los tres palos en la primera mitad y otra desviada en la segunda. Nada más.
El Lleida, sin alardes, tuvo cerca la victoria en los dos primeros minutos de juego. El equipo de Molo salió al galope y primero Liberto y luego Eder, tras sendos remates de cabeza, pusieron en apuros al guardameta levantinista.
El equipo azul no tuvo grandes momentos, excepto el arranque del principio y algunos minutos, muy pocos, de la segunda mitad. En ambas ocasiones el protagonismo se lo llevó Liberto. El veloz jugador castellonense, como todo extremo, es una fuente de adrenalina para su equipo, pero sus ‘ausencias’ del partido también logran el efecto de rebajar la efervescencia del grupo.
El Atlético Levante amagó, se gustó y causó una buena impresión, en un partido muy competido, pero no golpeó al Lleida. En buena parte porque este equipo azul, hecho a semejanza de su entrenador, no concede alegrías a su rival. Otras temporadas partidos como el de ayer quizás hubiesen acabado en derrota.
El Lleida fue de más a menos, con alguna ligera reacción en la segunda parte, pero no perdió nunca la compostura. Faltó más fluidez para superar el entramado defensivo de un filial levantinista que se cansó de despejar una y otra vez los centros laterales, sobre todo en acciones a balón parado, de los leridanos.
El guión de la primera parte exigía cambios en la segunda, pero el primero de ellos fue solo por obligación al sentir unas molestias César Soriano y ocupar su puesto un Simic que hoy por hoy no ofrece garantías ni seguridad atrás. Más avanzado el partido, Molo cambió de delantero sustituyendo a un voluntarioso Eder, que no tuvo nada que ver con el goleador del doblete en Villarreal, por Raúl González. Este, con más movilidad que su compañero, lo intentó en un partido que ya era difícil de enderezar y donde la salida a última hora del reaparecido en casa, Cano, tampoco logró desatascar las cañerías de una defensa bien colocada que apenas concedió ocasiones.
La afición azul llegó a impacientarse en la segunda parte cuando dominaba el balón el Levante, pero como se suele decir en el mundo del fútbol: “Cuando no puedes ganar, al menos logra mantener el empate”.