FÚTBOL DEPORTE DE BASE
De Estados Unidos a los juveniles del Atlètic Segre
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Si la meca en muchos deportes está en los Estados Unidos en el caso de Terrie Bravo, de 16 años, la ilusión por cumplir el sueño de llegar a ser un jugador profesional le ha llevado hasta el fútbol español y, en concreto, a los juveniles del Atlètic Segre. Este hijo de un exfutbolista de ascendencia colombiana que jugó entre 1988 y 1999 en la Segunda división estadounidense siempre tuvo claro que su proceso de formación debía hacerse en Europa si quería llegar lejos. “En Estados Unidos el juego es más físico, correr y fuerza, aquí se piensa más y se juega más en corto”, dice Terrie que, en cuanto pudo, dejó el equipo de su High School, el Bridgeland para perfeccionar su técnica en la Barcelona Soccer Excellence de su ciudad, Houston (Texas), que no pertenece al FC Barcelona pero que basa su metodología de enseñanza y juego en la filosofía Barça. Luego contactó, a través de su padre Charlie, con los leridanos Enric Barri y los hermanos Fran y Fede Bessone, de la empresa Learning Soccer Academy (LSA) y la idea de jugar en Europa fue madurando, pese a una grave lesión. “Estuve de baja desde enero hasta junio cuando la empresa LSA me llamó para participar en la Helsinki Cup. Envié vídeos a varios clubes y probé por dos equipos de Valencia. Surgió la opción del Atlètic y estoy muy agradecido tanto al club como a LSA”, explica en inglés este mediapunta ambidiestro porque su castellano aún no le basta.
“En EEUU el juego es más físico y se basa en correr; aquí en España se piensa y se juega más en corto”
El sueño de Terrie ha arrastrado a su padre Charlie, dueño de una empresa de reformas, mientras su madre, agente inmobiliaria, ha tenido que regresar a Houston. Terrie compagina los entrenamientos con sus estudios en el colegio El Carmen de La Bordeta. Colegio y entrenamientos resumen su día a día. “Su dedicación es máxima porque, a pesar de entrenar con el juvenil C tres días, también entrena uno con el B. Y conmigo dos días por la mañana”, dice orgulloso su padre. Tiene la esperanza de que la US Soccer Federation le siga los pasos para reclutarlo en las selecciones inferiores. “El fútbol es mi pasión y sé que aquí mejoraré mi potencial. Voy a esforzarme al máximo”, sonríe Terrie.