Atropellados

El ICG Força Lleida no pudo dar ayer continuidad a la última victoria como local en el Barris Nord y cayó en la pista del Valladolid (80-61). Sigue sin ganar el equipo de Jorge Serna lejos de su pabellón desde que lo hiciera en la primera jornada de la fase regular, en la pista del Coruña, lo que le impide escalar puestos en la clasificación. Fue un partido en el que uno de los detalles positivos fue el regreso de Mbaye, recuperado ya de su lesión en el sóleo de una pierna que le ha tenido tres encuentros sin poder pisar las pistas.

Frío, tan frío como el extraño ambiente del Pisuerga, arrancó el ICG Força Lleida. Solo Stutz parecía metido en el partido y defensivamente sus compañeros comenzaron a hacer aguas desde el primer momento. Además, la segunda personal de Martí hizo que Serna tuviera que mover el banquillo muy pronto, dando entrada a Diene. También lo hicieron Lafuente, Mbaye y Sans, porque el Força Lleida había entrado en un bucle de fallos y más fallos. Errores incomprensibles que se tradujeron en el 16-6 de salida después de una canasta de De la Fuente. Tiempo de Serna (3:25) y Shaquille a pista. Su equipo llevaba muchos minutos sin anotar y otra canasta de De la Fuente puso a los vallisoletanos 12 puntos arriba. Diene se estrenó desde la línea de libres y Sierra cerró el primer cuarto con un triple sobre la bocina para el 18-10. Lo mejor, el resultado, no ir perdiendo por más.

Después de tres partidos, pudo regresar el pívot senegalés, aunque aún no está al cien por cien

No comenzó mucho mejor el segundo cuarto, con un triple de Astilleros y Santa Ana anotando desde la línea de libres. Otro lanzamiento exterior de Torres y el 26-12 de Bartley provocaron otro tiempo muerto de Serna. Solo habían transcurrido 1:38. Salida en falso y otro golpe del Valladolid, que se situó con un margen de 16 puntos, antes de una ligera reacción leridana, liderada por Shaquille y Stutz, de lo poco salvable. El 28-16 del estadounidense fue la última canasta del Força Lleida en toda la primera mitad y lo hizo a falta de 5:14 para el descanso. Desde ese momento, error tras error y canasta tras canasta de un Valladolid que no entendía qué le estaba pasando a su rival. La diferencia fue aumentando poco a poco y Hugo López incluso se permitió el lujo de gastar un tiempo para preparar la última jugada del segundo cuarto. Esta terminó, como no, en canasta de Leimanis y con el Força Lleida camino del vestuario 25 puntos por debajo de los locales (41-16). Lo bueno es que peor no se podía hacer, porque la primera mitad era para tirar la toalla y tomar el camino de regreso a Lleida cuanto antes para preparar el siguiente partido. Como dato del juego horrendo de los leridanos, el 3 de 23 en tiros de dos.

La tercera personal de Martí en el inicio de la segunda mitad hacía presagiar lo peor, pero el ICG Força Lleida mejoró, aunque no costaba mucho después del esperpento inicial. El pívot de Belianes puso a los suyos 18 puntos por debajo (43-25) y los murmullos comenzaron. Pero apareció Leimanis con un triple para calmar a la afición. En este tercer cuarto, cada vez que los leridanos intentaban rebajar la diferencia más allá de los 17 puntos, recibían una respuesta contundente por parte de los locales. Le ocurrió de nuevo a Stutz, que estableció el 48-31 y recibió como respuesta el triple de Bartley. La lucha del conjunto de Serna se tradujo en una mejora sustancial en las sensaciones, aunque la diferencia al final del tercer cuarto era insalvable. Eran 20 puntos (57-37) que pesaban como una losa.

Pero las malas decisiones e imprecisiones volvieron en el inicio del último cuarto, cuando se esperaba un último arreón de los visitantes. Un triple de Torres y una bandeja fácil de Bartley provocaron el tiempo de Serna a 7:57 para el final porque había nueva máxima diferencia con el 64-38. Reacción leridana, que incluso provocó que Hugo López detuviera el encuentro a falta de 5:48 para el final y un marcador de 68-49. El Força Lleida se había acercado demasiado, aunque eran 19 puntos. Los jugadores de Serna mantuvieron el buen tono durante los últimos compases, pero no tuvieron la suerte de cara y los tiros no entraron, a diferencia de un Valladolid que lo tenía todo de cara para sumar su sexta victoria de la temporada. Al final fueron 19 puntos de diferencia en una derrota que empaña un buen inicio de curso, en el único duelo en que el ICG Força Lleida no ha podido competir. El cansancio acumulado por los dos viajes en solo una semana también tuvo su parte de culpa en la derrota final.