DEPORTES_LUNES
Triplete para Marc
Àlex Márquez no pudo cerrar la temporada de su segundo título mundial como a él le hubiera gustado, ya que se fue al suelo en el tramo final y se quedó sin puntuar. El pequeño de la saga no estuvo acertado en los entrenamientos, quizás abrumado por los rumores, al final ciertos, de su inminente salto a MotoGP en el box de su hermano Marc. Se metió en la Q2 ‘in extremis’ y ayer partía desde la decimoquinta posición. Hizo una buena salida y en apenas un par de vueltas ya era séptimo. Aún mejoró su situación al llegar a rodar quinto en solitario, aunque muy lejos de las posiciones de podio, pero un error en la curva once le hizo rodar por los suelos. A pesar de que ya era campeón, demostró pundonor, recuperó su moto y acabó la carrera en la última posición.
“Ha sido error mío. Empezando el 15 no era fácil, lo sabía antes de la carrera. He podido remontar hasta quinto, que era nuestra posición real hoy, creo. He cometido ese error, pero he podido acabar e ir delante de la afición como campeón, que siempre es lo que más llena. Pedir perdón al equipo”, dijo Àlex. La victoria fue para el sudafricano Brad Binder (KTM), que sentenció así el subcampeonato del mundo de Moto2.
Marc le ganó otro mano a mano a Quartararo, que lideró la prueba durante las primeras vueltas
“He cometido un error, pero he podido acabar e ir delante de la afición como campeón”, dijo el leridano
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Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) puso ayer la guinda a una soberbia temporada con su duodécima victoria del curso que, además, le valió para atar el título de equipos y, por consiguiente, la Triple Corona, después del de pilotos y constructores logrados con anterioridad. El de Cervera ganó el Gran Premio de la Comunitat Valenciana con autoridad por delante de nuevo del francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1), que cierra la temporada sin estrenar su casillero de triunfos, aunque con siete podios en su estreno en la categoría.
Tras conquistar el título en Tailandia, Marc ya avisó que su reto a partir de entonces era acabar en el podio las cuatro carreras que faltaban. Y ha cumplido con creces, completando una temporada increíble, en la que ha subido al podio en 18 de los 19 grandes premios, siempre como ganador o como segundo. Solo un lunar, el de Autin, su circuito fetiche hasta este año y en el que se fue por los suelos cuando lideraba con holgura la prueba.
Márquez no salió bien, pero con paciencia y eficacia fue recuperando posiciones. Se acercó a quien era el líder por entonces, el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1), y después de estudiarlo durante apenas dos vueltas, le asestó el golpe definitivo con contundencia en la curva once de la octava vuelta. Ahí literalmente se acabó la carrera.
Con el semáforo en verde, Jack Miller (Ducati Desmosedici GP19) intentó sorprender a Quartararo en la salida, pero entre la primera y segunda curva el francés ya había recuperado la primera posición, mientras que Márquez no salió bien y se vio relegado a la sexta, si bien antes de concluir la primera vuelta ya había superado a Maverick Viñales para rodar quinto. Apenas una vuelta más tarde, el leridano ya era segundo y ahí comenzó la caza de un Quartararo que por entonces, con el circuito libre por delante, había conseguido algo más de medio segundo de ventaja.
Por detrás del de Repsol Honda se fueron definiendo las posiciones, con un trío perseguidor formado por Miller, Àlex Rins (Suzuki GSX RR) y Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19), que luchaba por mantener el liderato de equipos, a la postre infructuosa. En la sexto giro, Márquez ya estaba tras el rebufo del piloto francés después de marcar la vuelta rápida de carrera, por lo que desde ese momento comenzó a marcar a su rival para estudiar el mejor momento para intentar superarlo. Y no tardó mucho en intentarlo, ya que dos vueltas más tarde, en la octava, superó de manera autoritaria a Quartararo en la curva once, aunque el francés intentó, sin éxito, aguantar al frente de la carrera.
A partir de ese momento, con un ritmo constante y apenas unas décimas más rápido que sus rivales, el piloto de Cervera se fue marchando poco a poco camino de su duodécima victoria de la temporada, mientras que el francés vio que tras su estela se pegaron tanto Miller como Dovizioso y Rins, aunque supo mantenerlos a raya hasta el final, para sumar su séptimo podio del año.
Y mientras para Marc Márquez era el momento de la celebración, a Jorge Lorenzo, que entró en los puntos, le tocó el de la despedida, ovacionado en un pasillo formado por los integrantes de su anterior equipo Ducati en la entrada a talleres y también, poco después, por el equipo Repsol Honda con el que se retira de la competición. La victoria de Márquez y la decimotercera posición de Lorenzo le dieron el título de equipos a la escudería Repsol Honda, un objetivo por el que tuvieron que pelear hasta el último metro con las Ducati de Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci, que con su caída les facilitó el objetivo. Además, el piloto de Cervera, que en Malasia ya había batido el récord de puntos que tenía el balear, cierra la temporada con 420 puntos. Una locura.