Un jugador del Vilanova de l'Aguda: “Me llamaron negro de mierda”
Moussa Sarr, del Vilanova de l’Aguda, abandonó el campo “porque no podía soportar más los insultos” de aficionados del Bellcairenc
Los episodios racistas no son únicamente coto de las grandes Ligas, como los vividos recientemente en el Calcio, con Ballotelli, o la Premier, con Pogba, o en algún partido de clasificación para la Eurocopa, sino que también los sufren jugadores aficionados y anónimos. Es el caso de Moussa Sarr, un jugador de origen senegalés de 23 años del Vilanova de l’Aguda que este domingo abandonó el terreno de juego ante los reiterados insultos racistas que denuncia que recibió de una parte de la afición del Bellcairenc durante el partido que ambos equipos disputaron de la Liga de Tercera Catalana, y que fue suspendido en el minuto 87 al retirarse todo el equipo del Vilanova en solidaridad con su compañero. “Llevaban toda la segunda parte insultándome, llamándome negro de mierda todo el rato, y al final decidí irme del campo porque ya no aguantaba más”, denunciaba ayer Sarr, que desde hace unos ocho años vive y trabaja en Guissona. Lamentó que el colegiado no le hiciera caso. “Le avisé tres veces, pero no me tomaba en serio. Me decía que él no oía los insultos. A mi entrenador ya le comenté lo que me estaban gritando desde la grada, y me dijo que si me lo volvían a decir, que me fuera al vestuario. Ponte en mi lugar, cuando te llaman todo el rato negro de mierda llega un momento en que ya no puedes más, y por este motivo me fui del campo”, explica. Sarr, que antes de recalar en el Vilanova de l’Aguda había jugado en el Ponts y el Guissona, desveló que esta había sido la primera vez que vivía una situación como esta. “Hasta ahora no me había pasado”, dijo Moussa, que agradeció el apoyo que recibió de sus compañeros y de dos rivales, senegaleses como él. “Había dos jugadores en el Bellcairenc que eran también de Senegal y al final del partido vinieron y me dijeron que había hecho lo correcto yéndome del campo. Ellos estaban también enfadados por la actitud de sus aficionados”, comentó. “Es muy triste que sucedan estas cosas, pero no por eso voy a dejar de jugar al fútbol, porque es lo que quiero hacer”, aseveró Sarr. El técnico del Vilanova, Jacint Bernaus, también avisó al colegiado de los insultos a su jugador y reconoció que el capitán del Bellcairenc llegó a encararse con su afición después de decretarse la suspensión. “Les dijo que por su culpa se había suspendido el partido. Además, dos senegaleses del Bellcairenc también se enfadaron”, aseguró.
El Bellcairenc niega que hubiera insultos racistas
La junta directiva del Bellcairenc emitió ayer un comunicado en el que condenaba cualquier acto racista y se solidariza con Moussa Sarr, aunque sus dirigentes negaron a este diario que se hubieran producido insultos racistas hacia el jugador. “Dice que le llamaron negro de mierda, pero yo no oí nada. No entiendo este montaje. Nosotros también tenemos jugadores africanos a los que han insultado alguna vez. Si hubieran ido ganando no sé si hubieran abandonado el campo”, declaró el presidente del Bellcairenc, Joan Carrasco, que se ciñó al acta arbitral, en la que no quedan reflejados los insultos racistas que denuncia el Vilanova de l’Aguda. El colegiado, Pérez Salas, solo hizo constar en el acta que el Vilanova se había retirado del terreno de juego porque “la grada local se dirigió al jugador número 12 (Moussa Sarr) con las siguientes palabras: Negro de mierda”, aunque puntualiza que “sin yo haberlo oído”. El expresidente del Bellcairenc, Domingo Sala, que también asistió al partido, negó rotundamente los insultos denunciados. “Todo es mentira. El jugador del Vilanova jugó todo el partido de forma muy agresiva y se fue del campo porque quiso, no porque recibiera insultos, y menos de carácter racista de nuestra afición”, señaló.