Al Llista le faltó efectividad

El Lleida Llista se fue de vacío del Olímpic de Reus al perder por la mínima (2-1) en un duelo muy igualado que no se resolvió hasta la segunda mitad. La falta de efectividad en las jugadas de estrategia volvieron a condenar a los listados a su cuarta derrota, segunda consecutiva, que les sitúa octavos en la tabla, ya superados por el cuadro reusense.

La igualdad fue la tónica dominante de los primeros 25 minutos, en los que ninguno de los dos conjuntos consiguió marcar gracias al buen trabajo de los dos porteros. La primera ocasión fue para el Llista en un contraataque, pero Ballart evitó el tanto. Àlex Rodríguez dio la réplica y estuvo a punto de marcar el primer gol de la noche pero el palo lo impidió.

La segunda mitad empezó prácticamente igual a la primera, con dos conjuntos volcados en busca de un primer gol que no llegaba. De nuevo, los primeros en disponer de la mejor ocasión fueron los listados, esta vez en una falta directa por la exclusión del local Marc Julià a los ocho minutos de la reanudación. El encargado de lanzarla fue Oriol Vives, recupeado ya de la conmoción que sufrió ante el Caldes, pero Ballart consiguió pararla.

Los hombres de Albert Folguera tampoco sacaron provecho de su superioridad numérica en los dos minutos posteriores, y Marc Julià, en su regreso a pista tras cumplir la sanción, hizo lucirse a Lluís Tomàs, que estaba siendo el mejor de los leridanos. Y del posible 0-1 se pasó al 1-0, anotado por Àlex Rodríguez en el minuto 37. El reusense, con un fuerte disparo cruzado desde media pista del Llista acabó con la resistencia del meta de Tremp, que tres minutos después encajaría el segundo, esta vez de falta directa lanzada por Julià por la tarjeta azul que vio Vives. Pero el Llista no se vino abajo y reaccionó de inmediato. Nada más sacar de centro, Mauro Giuliani realizó una jugada espectacular, con túnel incluido, que acabó en gol (2-1). Eso dio alas en Llista que buscó insistentemente el tanto del empate que no llegaría, mientras que el Reus tuvo alguna ocasión para finiquitar un duelo marcado por una gran igualdad.