Triunfo de gigante del AEM

Decía Gandhi que un esfuerzo total es una victoria completa. El AEM, empeñado en superar jornada tras jornada sus límites, ofreció ayer un nuevo capítulo de su hazaña en Segunda División. Fue a lo grande, otra vez, abonado a la remontada como hace dos semanas ante el Madrid B, y con una nueva dosis de épica que hizo estallar el Recasens. Un estallido en el que se refleja el tenaz e incansable trabajo de toda una entidad.

Habían pasado ya 90 minutos, pero los tres segundos que duró la parábola que describió el balón despedido de las botas de Uri fueron los más largos del partido. El esférico, finalmente, rebasaba la línea de gol y certificaba una nueva remontada. Del 0-2 al 3-2 para dar un gran salto hacia la permanencia y asaltar la zona noble pisando las huellas del Athletic B, nuevo líder.

El AEM no empezó bien. Hisui evitó un susto prematuro saliendo al corte a los dos minutos, pero a los siete llegó el primer golpe. Un saque de banda a la altura de la frontal era mal rechazado por la zaga y Yami remataba desde el corazón del área superando por alto a Noèlia (0-1). No estaban cómodas las azules, que acumulaban desaciertos e imprecisiones que, lejos de poder empatar el choque, amenazaban con un segundo gol cántabro. Este llegó pasada la media hora. Un nuevo error en la entrega dejaba a Ali Ruiz con vía libre ante Noèlia. La meta paró el primer disparo de la santanderina, pero el rechace cayó a pies de Ali nuevamente y no perdonó (0-2).

El AEM estaba tocado, pero Natàlia se encargó de coser la herida sin tiempo para que se ensanchara. Barreira enviaba un obús repelido entre Paola y el larguero y Natàlia, siempre atenta, se internaba en el área para recortar distancias de cabeza (1-2). Tras el descanso, Lamesa jugó la carta de Inés y Andrea Gómez. Especialmente la jovencísima Andrea, con su luz cegadora, devolvió el brillo al AEM cuando más falta le hacía. Fueron los mejores minutos de las leridanas, que combinaron sin cesar hasta dar con el empate. Fue un golazo. Inés colgaba al área y Pixu, tras un regate, disparaba con todas sus fuerzas para batir a Paola (2-2).

Con el empate, el partido se volvió tosco, aunque el AEM no abandonó el balón a la vez que mejoró su solidez atrás con Iris, que pasó a la retaguardia, como principal baluarte. Quedaba el añadido. En uno de los desplazamientos de Iris, Anna Oriach ‘Uri’, recién ingresada al campo, cogía velocidad y con un toque suave ponía su firma a una remontada celebrada por todo lo alto. El premio más que merecido a las gigantes que nunca dejan de creer.