El Cadí pierde en la pista del DVTK Miskolc y está obligado a ganar al Pecs en la última jornada para clasificarse

El Cadí La Seu está obligado a ganar el próximo miércoles en la pista del Peac-Pecs húngaro, en la última jornada, para tener opciones de clasificarse para la siguiente ronda de la Eurocup Women, después de caer ayer en tierras magiares ante el Aluinvent DVTK Miskolc (73-69). El pobre acierto ofensivo de las urgelenses y las innumerables pérdidas (la friolera de 29) acabaron condenando a un equipo muy irregular que maquilló la derrota al final a base de orgullo.

El Cadí ya no entró bien al partido, y eso que la primera canasta fue suya (0-2), un perfecto contraataque culminado por Irati Etxarri, una de las novedades en el quinteto titular junto a Bahí y Laura Peña, que formaron de salida junto a las habituales Wiese y Moore. Las pérdidas de balón y las malas decisiones en el pase fueron un lastre que obligó a Bernat Canut a parar el partido cuando las húngaras, con Goree y Morrison acaparando la anotación, ya dominaban por siete puntos (11-4, m.4).

El poco acierto en el tiro de dos y de tres y las pérdidas (29 en total) fueron claves en la derrota de ayer

La entrada de Ariadna Pujol y Yurena Díaz dio otro aire al equipo, especialmente la canaria, que firmó cuatro puntos prácticamente seguidos que contribuyeron a reducir la desventaja hasta los cuatro puntos que reflejó el marcador al final del primer cuarto (16-12), al que el Cadí llegó con unos porcentajes de tiro desastrosos (0 de 4 en triples y un 33 por ciento en el tiro de dos puntos) y siete pérdidas.

La situación mejoró en el arranque del segundo asalto, y lo hizo, precisamente, desde la línea de 6,75. Primero fue Yurena y, en el ataque siguiente, Ariadna firmaba el segundo triple de la tarde para poner de nuevo en ventaja a las del Alt Urgell (17-18) desde el 0-2 inicial. Fueron los mejores minutos del Cadí, que llegó a mandar por cinco puntos de ventaja (19-24) gracias al acierto bajo el aro de Moore. Pero ahí acabó la reacción de las de Bernat Canut, que encajaron un parcial de 10-2 (29-26), cortado por Wiese con un triple. Pero la situación no mejoró ni con el tiempo muerto del técnico urgelense y el Cadí, que por entonces ya acumulaba 16 pérdidas, llegó al descanso con una desventaja de siete tantos (38-31), la máxima en todo el duelo.

Era necesario un cambio y este llegó nada más reanudarse el partido. Una canasta de Moore y un triple de Yurena metieron al Cadí en el partido, pero fue visto y no visto. Dos malas decisiones, que desembocaron en dos jugadas de 2+1 de Morrison y Skoric y una canasta de Walker volvieron a situar otra máxima renta, ahora de 10 puntos (46-36). La desventaja llegó a ser de 11 puntos con otro 2+1 de Morrison (51-40), pero un parcial de 0-9 (51-49), con cuatro puntos de Wiese y cinco de Nogic, con triple incluido, obligaron al técnico local a parar el partido. La reacción no se hizo esperar y el Miskolc cerró el parcial con cinco arriba.

Faltaba un mundo y todo era posible, pero el inicio del último cuarto acabó con las opciones del Cadí de ganar y sellar prácticamente la clasificación. Un parcial de salida de 7-0 y varias decisiones arbitrales nefastas llevaron la renta a una máxima de doce (61-49), que llegó a ser de trece a dos minutos del final (71-58). Pero el Cadí no bajó los brazos y sacó el orgullo. Le endosó un parcial de 2-11 en el tramo final que le permitió maquillar el marcador, aunque está obligado a ganar el último partido si quiere estar en la siguiente fase en su estreno europeo.