BALONCESTO LEB ORO
“Veo un equipo con miedo”
Aranzana reconoce en su presentación que se ha encontrado a una plantilla “triste” y “apagada” || Asegura que venir a Lleida es un “reto” y que la situación es “complicada” pero “no una tragedia”
Gustavo Aranzana hizo ayer en su presentación oficial como nuevo técnico del ICG Força Lleida un primer diagnóstico de la situación del equipo y de sus intenciones para revertirla desde ya. Reconoció que se ha encontrado con una plantilla “triste” y “con miedo”, que necesita “disfrutar para ganar” y advirtió que, si bien la situación “es complicada”, “no estamos en descenso. Quedan 22 jornadas y esto no es una tragedia”, aseguró.
El técnico vallisoletano, que el pasado miércoles selló un acuerdo con el club hasta final de temporada, como adelantó SEGRE, habló sin tapujos. Pidió pasar página de lo hecho hasta ahora y centrarse en el futuro. “Para mí es un reto ilusionante venir a Lleida porque me apasiona entrenar. Como les dije a los jugadores en la charla del domingo, si estoy aquí es porque algo no va bien. El pasado ya pasó, y ahora lo que hay que hacer es, todos juntos y unidos, mirar hacia el futuro, y el futuro es hoy, y lo único que pido es colaboración, ayuda, unión y respeto, porque prometer trabajo es ridículo, porque vengo a trabajar, no garantizo éxito, lo que sí que quiero es hacerlo bien”, indicó.
“Hay que intentar potenciar lo bueno y esconder lo malo”, dijo, al tiempo que advirtió que “los jugadores tienen que dar un plus, hay que sacar más de cada uno de ellos, porque con lo que hemos hecho hasta ahora no nos vale. Todos debemos dar un paso adelante. Aquí milagros no hacemos”, se sinceró. Aranzana, de 61 años y 40 de carrera a sus espaldas, calificó la plantilla del ICG de “correcta” y añadió que su objetivo es “optimizar lo que tenemos. Intentar que si hay jugadores que están dando un ocho, den un nueve, y el que está dando un cinco, intentar que dé un ocho, y luego que el colectivo mejore en todos los aspectos. Tenemos que mejorar defensivamente, en el rebote, la dureza, mejorar mentalmente; vamos a ver si lo logramos. Luego está la actitud, el que quiere mejorar o el que no, y el que no quiera, pues en este equipo sobra, lo tengo claro”.
A este respecto añadió: “Cuando hablamos de actitud es terreno pantanoso. No creo que ningún equipo, ni ningún jugador tenga mala actitud. Hay que buscar porqué un jugador no está al cien por cien o no está mentalmente bien o no sale intenso o no está ayudando al equipo. Entonces ese jugador sobra. No creo que de entrada nadie tenga mala actitud. Hoy he visto a los jugadores muy bien y con muchas ganas. Lo que noto es tristeza, veo a un equipo con miedo, triste, apagado, y si estás triste y con miedo no podemos ir a ningún lado. Un equipo con miedo no puede jugar a nada, entonces hay que cambiar el chip ya. Ayer por la noche lo dije, hay que cambiar las caras, hay que alegrarse, hay que ser valiente, hay que proponer cosas, hay que tomar decisiones en el juego, y los jugadores en este momento no se están atreviendo. Quiero lograr ese cambio de mentalidad, que el equipo sonría, se divierta”, aseveró.
Carey ya entrena y Aranzana le da un margen de confianza El futuro de Mike Carey sigue en el aire. Aunque tiene un pie fuera del club, ayer el bahameño recibió el alta médica y se ejercitó a las órdenes de Gustavo Aranzana, que le ha dado un margen de confianza. “Creo que debo verle. Venir y no contar con él sería una falta de respeto, así se lo transmití a su agente. Luego tomaremos la mejor decisión, siempre pensando en el club”, dijo. Sobre los posibles refuerzos pasó de puntillas. “No me gusta hablar mucho de refuerzos con el próximo partido tan cerca, porque seremos los que estamos los que tendremos que sacarlo adelante, pero hipotéticamente, si tuviéramos que reforzar algo, sería la línea exterior, pero ya veremos. Hay que dar un margen de mejora. Primero tengo que acoplarme y detectar lo que pasa, y si hay que hacer algún refuerzo, ya lo lo decidiremos”, añadió.