Cien años de fútbol en Cervera en 700 imágenes

Tras dos años de trabajo, el historiador Josep Gual, el profesor de literatura Josep Armengol y el fotógrafo y activista cultural Ton Pedrós presentarán mañana en la sala Francesc Buireu de Cervera el libro que repasa 100 años de fútbol en la capital de la Segarra (1916-2016). El volumen, de 350 páginas, recoge más de 700 fotografías de las más de 2.000 que consiguieron recopilar con la colaboración de los vecinos y entidades locales. También han podido documentar 2.250 nombres de personas relacionadas con la trayectoria del fútbol en la localidad.

Uno de ellos fue el historiador local Agustí Duran i Sanpere, que tuvo el honor de ser el primer presidente de la entidad en 1916. Ton Pedrós destaca como nota emotiva que el malogrado Ramon Pintó, que en 1995 fundó la Escola de Futbol de Cervera, ya comenzó a esbozar las primeras páginas del libro que mañana se presenta. Se trata de un volumen cronológico que toma como punto de partida la creación del Club Esportiu Cerverí de Cultura i Esports en 1916. Entonces, el campo de fútbol estaba situado junto a la N-2, en la Pineda, cerca del actual supermercado de la firma BonPreu. Explica Pedrós que en 1918, cuando se hizo el puente de la N-2 que atraviesa Cervera, “se recortó un trozo del campo”. No era ningún inconveniente, comenta, ya que los campos en muchas ocasiones se creaban para la ocasión gracias a las cesiones de algún propietario tras el periodo de la cosecha del cereal y “en ocasiones no contaban ni con porterías, valían dos piedras”, recuerda.

Sin televisión ni demasiadas alternativas de ocio, “el fútbol era algo vital en la mayoría de poblaciones”, comenta Armengol. La importancia era tal, que se organizaban camiones para llevar aficionados de la comarca hasta la capital o a los partidos de fuera. En la postguerra, “cuando jugaban en Tortosa, el viaje era gratuito a cambio de que cada pasajero volviera con una bolsa de arroz que luego solía repartirse entre los jugadores que venían de fuera, junto con cestas que contenían otras viandas”, explica Pedrós. Gracias a estos obsequios, muchos jugadores del entorno de Barcelona venían a jugar con el Cervera.

Entre los jugadores insignia destacan el defensa de Guissona Joaquim Oliva, que en la década de los años 50 jugó con el Espanyol y con el Real Madrid. El club ha tenido diferentes nombres, algunos simultáneos como el Cerverí y el Català, antes de la Guerra Civil. En 1935 se crea el escudo del Club Esportiu Cervera, nombre que se mantiene hasta hoy y cuyo emblema también utilizan otras formaciones deportivas locales.