ESNOTICIA
El Tsunami acaba sin goles
Barça y Real Madrid empatan a nada en un Clásico sin incidentes graves y con protesta independentista || El partido solo se detuvo dos minutos por el lanzamiento de pelotas amarillas
El Barça-Madrid volvió a ser más que un partido, pero al poco fútbol que se vio sobre el terreno de juego se le añadió la poca incidencia en las gradas de las acciones anunciadas por la plataforma independentista Tsunami Democràtic. En el Clásico más blindado sí hubo disturbios fuera del Camp Nou, que se saldaron con nueve detenidos y 46 heridos leves.
El Clásico más diferente de la historia, que llegó en vísperas de la Navidad por su aplazamiento el pasado 26 de octubre argumentando la falta de seguridad y sobre el que planeaban las temidas movilizaciones de la plataforma Tsunami Democràtic, fue, como se esperaba, algo más que un partido, aunque ni hubo incidentes demasiado graves ni tampoco goles sobre el terreno de juego. Las protestas de Tsumani Democràtic marcaron la previa de un encuentro que dejó a un lado que ambos equipos llegaban colíderes en la clasificación de LaLiga y tras el duelo se mantienen empatados a puntos porque al Barça le faltó fútbol y al Madrid puntería. El resumen de una intensa jornada fue un empate en el terreno de juego y quema de contenedores y cargas policiales fuera.
De las 25.000 personas confirmadas y decenas de autobuses (de ellos varios procedentes de las comarcas leridanas), la protesta convocada para las 4 de la tarde quedó en unas 6.000 personas alrededor del Camp Nou. El despliegue de medios de comunicación reportó durante todo el día la normalidad existente en el ambiente, ya que la llegada de los equipos juntos desde el mismo hotel de concentración se produjo sin incidentes y apenas se registraron altercados.
Solo en una ocasión se tuvo que interrumpir el encuentro, cuando varias decenas de pelotas de plástico amarillas fueron lanzadas por algunos aficionados desde la grada en el minuto 55 de un partido sin chispa en el césped. Los miembros de seguridad del estadio, mucho más numerosos que en otras ocasiones, actuaron rápido para retirar las pelotas que alcanzaron el terreno de juego.
Aunque como siempre el club había preparado un mosaico que cubría todo el Camp Nou con los colores azul y grana en ambos goles y los de la senyera en el lateral y en la zona de tribuna, un segundo mosaico, el de ‘Spain sit and talk’, fue también protagonista al inicio del Clásico.
Justo antes de que empezase el partido y, después de que sonara por megafonía el himno del Barça y luciera el mosaico habitual, una gran cantidad de aficionados desplegaron otro, con cartulinas azules del tamaño de una bufanda, mientras gritaban ‘Spain sit and talk’ (España, siéntate y habla), justo en el arranque de partido.
Tras esa petición en inglés, llegaron los primeros gritos de “¡independencia!”, la primera acción de protesta, dentro del estadio, de las que había preparado la plataforma independentista Tsunami Democràtic
Mientras las gradas reivindicaban consignas políticas, en el césped Marc Márquez, el seis veces campeón del mundo de MotoGP, realizó el saque de honor del clásico.
La tensión estuvo más fuera que dentro del estadio. En el Camp Nou entró el humo y el olor a quemado de varios contenedores incendiados en el entorno de las instalaciones azulgranas, la mayoría de ellos en la Travessera de les Corts, donde se produjeron los disturbios con nueve detenidos y 46 heridos de carácter leve, a la hora de cerrar la edición. Los Mossos d’Esquadra cargaron en varias ocasiones como respuesta a estas barricadas y peleas entre Boixos Nois y grupos independentistas.