Amenaza de cierre del estadio

El comité de competición de la Federación Española acordó ayer imponer una multa de 1.500 euros a Barça y apercibirle de clausura del Camp Nou por “alteración del orden durante el partido con carácter grave” en el clásico del miércoles contra el Madrid, en el que se lanzaron balones amarillos desde la grada, coincidiendo con la convocatoria de Tsunami Democràtic con el lema ‘Spain, sit and talk’. El acta del árbitro Alejandro Hernández Hernández, del comité de Las Palmas, reflejó en el epígrafe de público que “en el minuto 55, el encuentro estuvo detenido durante un minuto y treinta segundos debido al lanzamiento, por parte del público, de balones al terreno de juego”. De acuerdo con el código disciplinario, si la infracción sancionada ocurriera por una segunda vez esta temporada “el club incurrirá en una sanción de clausura de su terreno de juego de entre uno y dos partidos, con una multa accesoria en cuantía de 6.001 hasta 12.000 euros”.

El precedente más reciente es el Sevilla-Levante del 12 de abril de 2012. Durante el partido, los aficionados lanzaron al césped centenares de pelotas de tenis y competición sancionó inicialmente al club andaluz con 600 euros. Posteriormente, Antiviolencia elevó la multa a 3.500 euros, al entender que existieron deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores en el Sánchez Pizjuán. La protesta se originó a consecuencia de un clásico. El Sevilla-Levante estaba fijado para las 22.00, pero posteriormente se retrasó media hora a instancias de las televisiones para que no coincidiera con el postpartido entre Barça y Madrid, que acabó 1-2.