LOS DETALLES
El Lleida aumenta sus registros negativos encajando una goleada ante un Sabadell muy superior
El Lleida aumenta sus registros negativos encajando una goleada ante un Sabadell muy superior || Un penalti a los tres minutos, con expulsión incluida, marcó el partido
El Lleida cerró el 2019 de la peor manera posible, encajando una goleada en la Nova Creu Alta (4-0) ante un Sabadell muy superior y en un partido en el que todo les salió mal a los de Molo desde un principio. Comenzó con un penalti en contra a los tres minutos de juego que, además, supuso la expulsión de José Ruiz por una supuesta agresión a Aarón Rey, continuando con un absurdo segundo penalti de Joan Oriol, también a Aarón Rey y finalizando con la lesión, al filo de la media hora, de Marc Trilles. Demasiados contratiempos para un Lleida que pagó muy caro el esfuerzo copero ante el Espanyol 48 horas antes y con un líder enfrente que aún estaba más motivado que los de Molo, que también aseguraban afrontar el partido como un reto personal por las constantes quejas desde el Camp d’Esports hacia el cuadro arlequinado, por no jugar el partido en domingo para que los azules pudiesen recuperarse adecuadamente.
El encajar tan pronto el 1-0 (Edgar Hernández no perdonó el lanzamiento de la pena máxima) y tener que jugar 87 minutos, más los añadidos en cada periodo, con un jugador menos, fue una losa para los de Molo que, aunque mostraron un encomiable espíritu de lucha y sacrificio, fueron muy inferiores a un rival crecido y que se aprovechó mucho de que el Lleida retrasase su presión a su línea de tres cuartos, lo que permitía a los centrales locales llegar con el balón controlado, y sin oposición, hasta el centro del campo.
El Lleida, con el 4-0 final, no hace más que aumentar sus registros negativos: cuatro derrotas consecutivas en desplazamientos; 502 minutos sin marcar un gol (el último fue en el Camp d’Esports ante el Barça B, el 23 de noviembre) y habiendo sumado tan solo dos puntos de los últimos dieciocho posibles, culminando un 2019 ciertamente decepcionante si se tiene en cuenta que, en el primer partido del año, el 5 de enero en Ontinyent, el Lleida lo afrontó como líder de la categoria.
Tras encajar el 1-0, Molo recompuso el equipo recolocando a Eneko –que jugó hasta en tres posiciones distintas– al lateral derecho y dejó solo en punta a Eder ayudado por Liberto, que fue el más incisivo de los leridanos hasta que se le acabaron las fuerzas. De hecho, el Lleida no remató ni una sola vez en todo el primer tiempo, mientras que el Sabadell, con calma, llegaba una y otra vez a los dominios de Pau Torres. Tras un remate de Néstor Querol (18’) que se fue fuera por poco llegó el 2-0 con otro penalti fruto de la impotencia de Joan Oriol, ofuscado tras perder un balón al borde del área ante Aarón Rey. El 2-0, obra de Adri Cuevas, acabó con las escasas esperanzas del Lleida de sacar algo positivo del partido. El Sabadell aún pudo marcar el 3-0 antes del descanso en un tiro de su capitán Ángel, resolviendo un barullo dentro del área que acabó saliendo fuera tras estrellarse en la cepa del poste.
Tras la reanudación no cambiaron las cosas aunque el Lleida habría podido entrar en el partido si Mackay, en su única intervención, no hubiese evitado, con una espectacular estirada, una falta directa lanzada por Cano. Fue un espejismo porque el Sabadell fue muy superior, a medida que a los azules (ayer de rojo) se les acababan las fuerzas. El 3-0 llegó en una jugada de estrategia con un córner desde la derecha que Aleix Coch, al segundo palo, cabeceó superando a los defensores leridanos (56’). Edgar Hernández, antes de ser sustituido, mandó un balón al poste y el capitan Ángel, entre los olés del publico, marcó el 4-0 con un remate con rosca (69’) que hizo inútil la estirada de Pau Torres. Con el Lleida entregado y sin apenas fuerzas, el Sabadell levantó el pie del acelerador y ya no quiso hacer más sangre, salvo en una falta directa que salió por poco.