LOS DETALLES
Victoria terapéutica
El entrenador del Lleida Llista, Albert Folguera, celebró un triunfo vital para el equipo. “Estamos muy contentos por la victoria y por los tres puntos. Ahora vamos a tener unos días de descanso y casi será como volver a comenzar de cero”. El técnico admitió que la plantilla necesita vacaciones, “pero más a nivel mental que físico. El equipo había involucionado, había ido de más a menos, pero en cambio hoy –por ayer– ha dado un paso adelante y hay jugadores que también lo han hecho”.
Añadió que ya esperaba que sería un partido para sufrir hasta el final. “No podía ser de otra manera, venimos de donde venimos y estamos como estamos. El otro día tuvimos la oportunidad en Calafell de clasificarnos para la Copa y perdimos 4-2. El equipo quedó tocado, fue el martes y hay que levantarse y preparar un partido clave como era el de hoy. Empezamos bien la segunda vuelta, pero ya sabía que íbamos a sufrir hasta el final”, insistió.
Sobre la marcha de Maurio Giuliani, que ha rescindido su contrato y ayer jugó su último partido con el Llista, dijo que “ha sido una decisión suya. Le ha costado adaptarse, se pensaba que esto era otra cosas, no le han salido las cosas como quería y por tanto es absurdo mantenerlo porque en estos casos se acaba arrastrando a otros. Como persona su comportamiento ha sido ejemplar”, añadió. “Estamos abiertos a todo, pero en principio no ficharemos”.
El Lleida Llista afrontaba el partido de ayer ante el Voltregà consciente de dos certezas: que necesitaba ganar y que si lo hacía sería sufriendo hasta el final. Y así fue. El equipo de Albert Folguera venció al Voltregà 4-2 y lo hizo sufriendo hasta la última jugada, ya que no sentenció la victoria hasta que faltaban 44 segundos para el final del partido.
Fue un triunfo terapéutico que le permite remediar el grave problema de resultados que ha afectado a su salud deportiva. El Lleida Llista abría la segunda vuelta ante un rival directo en la lucha por la permanencia –porque este es ahora mismo el objetivo real, evitar el play out del descenso–. Llegaba a la cita después de haber ganado solo un partido de los últimos seis que había disputado. Habiendo encajado el fin de semana anterior un 5-1 en Barcelos, en el partido de ida de los octavos de final de la WS Europe Cup, lo que compromete su continuidad en un torneo en el que defiende el título de campeón y que ha ganado dos años seguidos. Y habiendo perdido el pasado martes en Calafell la oportunidad de clasificarse para la Copa.
Y le esperaba el Voltregà, un rival siempre complicado, del que le separaba solo un punto en la tabla y que, al contrario que los leridanos, estaba en buena racha. De ahí que la victoria sea terapéutica. Le permite marcharse de vacaciones habiendo regresado a la senda del triunfo y con el average ganado ante un rival directo, ya que en el partido de la primera vuelta el Llista empató en la pista barcelonesa.
Pero además de la importante victoria y los tres puntos de oro que suma, el Llista lo hizo mostrando una notable mejoría. Jugó muy serio en defensa, no cometió tantos errores como en otras ocasiones y en ataque estuvo incisivo. Sin duda, mereció la victoria en el último partido del año que era también el de la despedida del argentino Mauro Giuliani, que no ha aportado lo que se esperaba de el y ha acordado con el club la rescisión de su contrato. Ayer lo volvió a intentar, pero su juego volvió a ser un quiero y no puedo, voluntarioso, pero poco efectivo. Se va con 3 goles en 12 partidos.
En cambio, Marc Palazón brilló y, como el equipo, dio un paso adelante, como Gefflot, muy solvente en todo el partido. Los otros dos nuevos, Oriol Vives y Àlex Josep ya son habituales en el cinco inicial.
El partido siguió el guión de lo que suele ser un Llista-Voltregà: un duelo intenso, con mucho ritmo y con la bola de un lado a otro de la pista. Los leridanos evitaron caer en el juego de un rival al que le gusta también pausar el ritmo y buscar rápidas contras.
Palazón, muy activo en todo el partido, dio un primer aviso con un lanzamiento al poste en el minuto 12. Y en el 16, aprovechó un buen pase de Giuliani para marcar el 1-0 en una contra. El gol elevó la moral de los leridanos y el mismo Marc Palazón firmó el 2-0 dos minutos más tarde (18’). Pero tanta felicidad no es habitual en el Onze de Setembre y, en el mismo minuto 18, los árbitros señalaron un penalti contra el Llista. Lluís Tomàs detuvo el lanzamiento de Pol Gallifa, pero el propio jugador se hizo con el rechace de la bola y marcó el 2-1. El gol no afectó al Llista que, en el minuto 21, marcó el 3-1 al transformar el siempre fiable Andreu Tomàs un penalti cometido sobre Palazón.
La segunda parte empezó con un poste de Oriol Vives y el Llista controló el partido hasta que, en el minuto 37, Molas marcó el 3-2. Los últimos diez minutos fueron trepidantes, con los dos equipos atacando con precauciones. A falta de 1.27, Manel Barceló, técnico del Voltregà, retiró al portero para atacar con cinco jugadores de pista. No le salió bien ya que Àlex Joseph recuperó la bola y sentenció a puerta vacía (4-2) a falta de 44 segundos.